Sánchez vs. Casado: “Hasta en Ávila lo saben”
La corrupción vuelve por la puerta grande a la sesión del control
La nueva normalidad trae viejos problemas... Y el cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Casado este miércoles en el Congreso no ha tenido como gran protagonista al covid-19, sino a la corrupción. Ese fantasma de la política española, y especialmente del Partido Popular.
Casado llegaba dispuesto a arrear a las 9 de la mañana con la situación económica y azuzando el miedo de la crisis que se adentra en el país. Sacaba primero la predicción de Funcas de que durará cuatro años y decía que España era el país que peor lo había hecho junto a Perú. Y le ha reprochado que, en vez de aceptar el plan económico de los populares, “anuncie recortes sociales”. “Se fundió la caja para ir dopado a las elecciones”, ha atacado. Desayuno político potente.
Todo ello salpicado por denuncias de Casado de subir facturaciones a los autónomos, de poner un “embudo” al ingreso mínimo y un tema que le encanta: el supuesto pacto presupuestario con “batasunos y separatistas”.
Sánchez escuchaba y se removía. Micrófono arriba y con mascarilla con la bandera de España a la izquierda: “Los únicos recortes que necesita la política en España es recortar la corrupción del PP”, ha estallado el presidente.
El jefe del Ejecutivo ha ahondado: “Es un Gobierno obligado y convencido en cumplir la Constitución del primer al último artículo”. Por ello, le ha exigido que se siente a negociar y se renueven los órganos constitucionales. “Deje atrás el bloqueo”, ha añadido.
Murmullos en la bancada popular. A Casado y los suyos les escuece mucho la Operación Kitchen. Al contraataque: a por la Fiscalía General del Estado. Y, acto seguido, el líder popular ha unido la Ley de Memoria Democrática, su intento de comisión de investigación sobre la gestión por el Covi y la investigación de la financiación de Podemos: “Pretende juzgar lo que pasó hace ochenta años y tapar lo que pasó hace ochenta días”.
″¿Puede dormir tranquilo?”, le ha preguntado Casado desafiante a Sánchez. ”¿Por qué no pide perdón a las víctimas de ETA?”, ha continuado el ‘popular’. Para armarse contra la corrupción ha soltado que Sánchez tiene “tres ministros de los ERE” y un vicepresidente de un partido investigado: ”¿Lo cesará si es imputado o unirá su destino a él?”
Pero Sánchez no se amilanaba y ha entrado hasta la ‘cocina’: “Toda España sabe que taparon un delito con otro, Gürtel por Kitchen”. “Hasta en Ávila lo saben”, ha ironizado el presidente, en relación a la teoría de Casado de que él no sabía nada y que era un simple parlamentario por esa provincia.
Y le ha advertido de que tiene que demostrar que el PP actual no es del Rajoy ni el de Aznar: “Cumpliendo la ley, no bloqueando los órganos constitucionales”.