Ana Rujas: "El 'vienes de donde vienes' te va a acompañar toda la vida"
La actriz protagoniza 'Cardo', y es la creadora de la serie junto a Claudia Costafreda. Ambas revelan los entresijos de la ficción apoyada por Los Javis.
El camino de Ana Rujas ha sido parecido al de Los Javis, que antes de dirigir “daban cabezazos entre casting y casting”, como indicaba Javier Ambrossi en una entrevista con El HuffPost: ella se dio cuenta de “que no estaba siendo leída por la industria como ella se sentía, y debía encontrar otra manera de decir quién era”. Y así es como nació Cardo, la serie protagonizada por Rujas, de la que también es creadora junto a Claudia Costafreda, y que ya se puede ver en ATRESplayer Premium. Para ella han contado con la implicación de Calvo y Ambrossi.
Quienes se tragaban todas las series emitidas en España en los 2000 —millones de personas— recordarán seguro a Ana Rujas en 90-60-90, diario secreto de una adolescente, en Antena 3. Ese mismo año ya había alcanzado 85 episodios con su papel en HKM: Hablan, kantan, mienten (Cuatro), en 2011 llegó Punta Escarlata a Telecinco y en 2012 la arrolladora Arrayán a Canal Sur. A partir de ahí, prácticamente todo han sido episódicos, hasta su protagonista en Cardo.
La carrera de la otra creadora, Claudia Costafreda, dista de la de Ana Rujas. Siempre ha estado enfocada profesionalmente a la dirección, y en ello trabajaba con sus cortometrajes. Los Javis vieron su talento, la ficharon para Veneno y ahora repite con Cardo. Con 29 años, y sintiéndose “una afortunada”, solo desea “más hueco para la gente que quiere contar historias y tiene una mirada propia”.
Esta es también la mirada de Ana Rujas y Claudia Costafreda para El HuffPost sobre Cardo. Además de su visión sobre la ‘lamentable’ situación que atraviesan los guionistas en la industria, sobre la generación a la que se le prometió mucho y que de repente se vio con 30 años sin planes y sobre la obligación de algunas actrices que, al final, sin querer, aceptan hacer un anuncio de gel íntimo “por pasta”.
Ana, aunque has estado trabajando, hay gente que te daba por ‘desaparecida’ porque has hecho muchos episódicos en los últimos años. ¿Crees que este puede ser el papel que relance tu carrera para el público que la ha entendido así?
No sé. Sí es cierto que hasta que yo también tomé la decisión de que tenía que tomar otro tipo de camino y aceptar un poco que no encajaba en todo esto, pues me recuerdan de episódicos... (ríe). Pero bueno, no sé si va a relanzar mi carrera o no, yo estoy muy contenta porque con esto me da igual lo que pase, la verdad. Estoy contenta con lo que he hecho ahora y con mi trabajo, y continuaré haciendo este tipo de cosas, así que para quienes me daban por desaparecida, he vuelto con esto [Cardo]. No sé lo que va a pasar en cuanto a la industria. En lo que respecta a mí, y estoy muy satisfecha del trabajo que he hecho y muy orgullosa, también de cómo me he enfrentado a este papel.
Claudia, en relación a esta misma cuestión: Néboa, Veneno, ahora Cardo... ¿Ves tu carrera disparada también?
Desde luego, porque para mí es la gran oportunidad, no solo creadora y guionista, también como directora. Hice dos cortos y, a pesar de ir muy bien en festivales, no dejan de ser cortos. Lanzarte como directora a un largo es un paso al que muchos no pueden llegar por mucho talento que tengan, y yo gracias a Los Javis he podido tener esa suerte. Me dieron la oportunidad en Veneno como guionista y ellos han apostado por mí también como directora en este caso. Es una suerte inmensa. Ojalá hubiese más hueco para la gente que quiere contar historias y tiene una mirada propia. Me siento muy afortunada de haber podido hacerlo con 29 años.
Ana, estamos viendo a una serie de actrices que están creando, escribiendo y protagonizando al mismo tiempo, como Abril Zamora (Todo lo otro), Nadia de Santiago (El tiempo que te doy) o tú misma. ¿Es vocación, obligación por el momento que vive la industria o lo que muchos pueden entender como intrusismo?
No lo siento como intrusismo. Yo llevo un tiempo expresándome y desarrollándome a otro nivel que tiene más que ver con la creación, y en teatro hay otros proyectos en los que también he necesitado crear. Para mí es el paso que tenía que dar y me encontré con que mi cometido era ceder a algo así, ir creando, se dio de manera natural. De hecho todo lo que he hecho [creado] yo es lo que mejor ha funcionado, digamos. No sé qué es el éxito, para mí era éxito lo que hacía en el teatro, y eso tenía que ver con estar allegada con lo que contaba, con el alma, el pensamiento y lo que yo tenía que hacer. Estaba feliz haciendo teatro, se dio todo así, ha sido una cuestión de desarrollo personal. Es también parte de mi vocación.
No puedo evitar preguntaros a ambas por la situación de los guionistas, porque siempre se han quejado de la poca visibilidad que se les da, de sus condiciones laborales y de que se sienten ‘maltratados’ en este negocio.
Ana Rujas: Pues sí, es verdad.
Claudia Costafreda: Tengo muchos compañeros y amigos guionistas y sí que dicen eso. Yo me enfoqué a la dirección y no me considero solo guionista, pero sí sé lo que se dice sobre las condiciones laborales y la poca visibilidad. Al final, un guion es la base. Sin un guion no hay una buena película, no hay una buena serie. Un buen guion muy mal rodado es una buena película pero un mal guion bien rodado es una mierda, eso se dice mucho. Hay que dar más valor, más visibilidad, es la base de todo, y habrá que unirse y defenderlo.
Hay una escena en Cardo en la que un personaje le dice a la protagonista —de “una generación a la que se le prometió mucho y que de repente se vio con 30 años sin planes”, según Los Javis—, que podría ser su propia jefa y ella responde que no podría serlo. ¿Es una referencia a la situación de esta generación en España?
Ana Rujas: Sí, la frase es ‘vienes de donde vienes, eres quien eres y las cosas son lo que son’. Es una frase importante porque ‘el vienes de donde vienes y eres quien eres’ te va a acompañar toda la vida. Es una realidad. Nacer en el barrio de Salamanca (Madrid) marca una diferencia.
Claudia Costafreda: Es una cuestión más de clases, por esa idea que se nos ha implantado mucho en las últimas décadas de la meritocracia, lo de ser emprendedor. Cuando era preadolescente todo el mundo te decía que debías ser emprendedor. Si naces en una sitio y tienes unos recursos, tu vida va a ser mucho más difícil, seguro, no vas a tener tantas oportunidades por el sistema. Por ejemplo, las mejoras escuelas de cine en España son privadas o de pago, mucha gente no puede acceder a ellas. Esa frase quiere decir eso: puede ser su propio jefe quien se esfuerce mucho, pero va a llegar antes quien tenga el privilegio.
¿De dónde viene la idea de que la protagonista sea una actriz que reniega de hacer anuncios?
Ana Rujas: Ha elegido sin pararse a elegir, ha sucumbido a lo que la vida esperaba de ella y llega el momento en el que prefiere dedicarse a una floristería de su barrio, no es que quiera ser floristera, pero ahí está mucho mejor, sin ser muy consciente de la decisión. Haciendo un anuncio se siente violada, porque es una decisión que ha tomado con la que no está a gusto. Yo me he sentido identificada ahí en muchas ocasiones. Recojo la frase otra vez de ‘eres quien eres y vienes de donde vienes’ porque, efectivamente, por 400 euros lo haces porque tienes que pagar algo, necesitas pasta, y lo vas haciendo si puedes: si te ha salido un anuncio de gel íntimo, lo coges.