Ana Rosa Quintana habla de la falsa agresión de Malasaña y ataca sin piedad a un político
La presentadora de Telecinco inicia su editorial arremetiendo contra el Gobierno.
Ana Rosa Quintana ha empezado su programa de este jueves hablando de la falsa denuncia de Malasaña. El joven que denunció una brutal agresión homófoba ha rectificado su declaración y ha dicho ahora que fueron lesiones consentidas.
La presentadora de El Programa de AR, en Telecinco, ha aprovechado esta noticia para cargar contra el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que dio datos sobre agresiones homófobas en España.
En el último año se han denunciado 748 —747 quitando esta denuncia—delitos de odio hasta el 31 de julio, lo que supone un incremento del 9% respecto a 2019.
Según Quintana, el ministro “puso el foco en esta denuncia para culpar a la oposición de realizar discursos de odio”.
″¿Cómo es posible que nuestra compañera Patricia Pardo no tenía por la mañana ningún indicio que refrendara la denuncia, que se iba a volver a hablar con el denunciante, y el ministro no lo supiera? ”, se ha preguntado rotunda la presentadora.
“O no se molestó en informarse o lo ocultó. Ambas opciones muy graves”, ha proseguido. Ana Rosa ha recordado también el caso de la navaja ensangrentada y de los sobres con balas que varios políticos de la izquierda recibieron en las elecciones de Madrid: “Marlaska señaló a la oposición y luego supimos que uno de los envíos lo realizó una persona con problemas mentales”.
Quintana ha cargado también contra Irene Montero: “La ministra de Igualdad ha dicho que los árboles no dejan ver el bosque. Ha sido el Gobierno del bosque de denuncias homófobas un gran árbol que ha tapado ese bosque”.
Cuando parecía que ya había terminado con Marlaska, la presentadora ha vuelto a la carga y ha criticado “el estudiado tour de comparecencias públicas” que ha protagonizado en las horas posteriores a que la denuncia de Malasaña —ahora falsa— se hiciese pública.
“El ministro pidió ayer que se respetase la investigación, una investigación que él no respetó. El Gobierno quiso hacer de la anécdota una categoría para convertir a Madrid en un territorio fascista donde se producen cacerías de gais. Nada más lejos de la realidad”.
Para finalizar su editorial, Quintana ha afirmado que “el Gobierno ha usado como arma política una mentira” y ha acusado al Ejecutivo de hacer “un Arzalluz”: “Agitar el árbol y recoger las nueces. Al final, mucho ruido y pocas nueces porque les ha caído toda la cosecha en la cara”.