Amaia Romero: "Me da pena que se dé importancia a si voy depilada o no"
La ganadora de 'OT 2017' ha compuesto 'Luz y sombra' para 'Legado en los Huesos', la segunda entrega de la Trilogía del Baztán.
Amaia Romero ha venido aquí a hablar de su libro canción. La ganadora de Operación Triunfo 2017 ha compuesto el tema principal de la película Legado en los Huesos y el guion dicta hoy que las preguntas giren entorno a Luz y sombra. Pero Amaia es espontánea, ya lo demostró en la Academia, y termina saliéndose por la tangente para hablar de otros temas. Lástima que el tiempo corra en contra.
Le quedan solo unas horas para pasearse por la alfombra roja del cine Kinépolis de Madrid en la premier de la segunda entrega de la Trilogía del Baztán, que llega a los cines el jueves 5 de diciembre con Marta Etura, Imanol Arias y Leonardo Sbaraglia como protagonistas. Está relajada, los photocalls ya no le imponen, aunque confiesa que todavía no los domina. “No sé cómo posar, no sé muy bien qué hacer, pero cada vez me salen mejor”, asegura con cierto tono inocente.
No le importa salir mejor o peor como tampoco le importan los titulares del día después, especialmente los que llevan las palabras “sin depilar”. Si algo le generan es tristeza. “Me da pena que se dé importancia a eso y no a otras cosas”, aclara la cantante de 20 años, quien pese a su juventud se muestra muy segura de cada paso que ha dado en estos 22 meses fuera de OT.
Lo curioso es que de esta breve e intensa trayectoria —disco con desnudo integral en portada, número musical en los Goya, paso por Eurovisión... — ha sido este salto al cine lo que más le ha impuesto. “Me parecía algo de mucha responsabilidad”, explica la intérprete, que reconoce también que le ha despertado el gusanillo por el séptimo arte. Quizás su siguiente paso vaya por ahí.
¿Cómo ha sido esta primera incursión en una banda sonora?
Me dio bastante miedo cuando me lo propusieron. Me parecía algo bastante grande, de mucha responsabilidad. En tus canciones tienes la libertad de hablar de lo que quieres porque es algo tuyo, algo personal. Pero al hacer una canción para una película, las posibilidades se reducen mucho porque tiene que estar relacionada con la película.
La hice con David Rodríguez de La estrella de David, que es un compositor que me encanta. Fue un trabajo más fácil de lo que había pensado. No sé si por hacerlo con él o porque ese día estábamos inspirados pero nos salió bastante rápido. Fue muy fluido.
¿Por qué te uniste a La estrella de David?
Al principio me propusieron hacerlo sola pero quería hacerlo con alguien porque me daba miedo. No tengo mucha experiencia. Solo tengo un disco y acabo de empezar. Me daba miedo enfrentarme a todo sola. A David lo había conocido unos meses antes y habíamos hablado de hacer algo juntos. Nos sentimos bastante conectados en lo musical y también en lo personal. La verdad que nos llevamos muy bien. Se lo propuse y me dijo que le gustaba mucho la idea.
De todo lo que has hecho en este tiempo, ¿esto es lo que más miedo te ha dado?
Todas las cosas han tenido una parte que me ha dado miedo, pero sí ha sido lo más diferente. Nunca había estado dentro del mundo del cine. Sí puedo decir que es lo más especial que he hecho, en el sentido de que igual tiene menos que ver conmigo, pero me ha gustado mucho. Esto es algo que nunca había pensado que fuese a hacer, en cambio todo lo otro sí se me había pasado por la cabeza. Esto no.
¿Te ha despertado el gusanillo por el mundo del cine?
Un poco sí. Siempre me ha gustado mucho el mundo de la actuación y del espectáculo. Me gustaría hacer cine alguna vez, algún cameo en alguna cosa.
Un poco Rosalía en Dolor y gloria...
Algo así, sí. Que Rosalía esté ahí tiene mucho sentido. Tampoco salir por salir. Siempre que hago algo me gusta que sea coherente y que tenga un sentido.
En unas horas tienes el photocall de la presentación de Legado en los huesos, con el consiguiente aluvión de flashes, ¿aún imponen?
No me imponen, es algo que ahora vivo con normalidad, pero sí es verdad que en el momento en que estoy ahí me pongo un poco en tensión, no sé muy bien cómo actuar. Me siento un poco incómoda en esa situación de estar muchas cámaras enfocándome pero es porque no sé cómo posar, no sé muy bien qué hacer, pero cada vez me salen mejor.
¿Y los titulares del día después? ¿Cómo los llevas?
Depende... algunos están bien, otros me dan bastante risa, otros digo ‘buff’, pero depende. Depende de todo.
¿No te condicionan?
La verdad es que no.
Te lo pregunto por la cantidad de noticias que se publican sobre tu depilación.
Cuando voy a un photocall no me acuerdo de que voy sin depilar. No es algo que haga como una estrategia, es algo que llevo muy integrado en mí y ni me acuerdo. Poso y luego me doy cuenta. También es algo que me espero que pase [los titulares] porque la sociedad va así y no me sorprende, pero me da pena.
Pero en el fondo estás abanderando o dando la cara por esa gente que no se atreve a dar el paso.
Sí. De eso me alegro y no me arrepiento absolutamente nada, pero me da pena que se dé importancia a eso y no a otras cosas, que de repente ese sea el titular más leído, el más famoso. No tiene sentido. Eso es lo que me da pena, que hoy siga siendo lo que más llama la atención cuando ya tendría que estar normalizado.
Ahora que están a punto de cumplirse dos años desde que ganaste OT, ¿has pensado alguna vez: ‘Ojalá fuese 2016 y que nadie me reconociese por la calle’?
Nunca me he arrepentido de haber ido a Operación Triunfo, pero sí que ha habido algunos momentos en los que he echado de menos mi anterior vida o he querido tener algunas cosas concretas, pero en general no me arrepiento. Estoy muy contenta porque he aprendido muchísimo.
Fuiste la última de tus compañeros de la Academia en sacar disco [Pero no pasa nada salió a la venta el 20 de septiembre, 20 meses después del final del talent], ¿por qué esperaste tanto?
Esperé sobre todo porque pasé de 0 a 100 en muy poco tiempo. No tenía experiencia de nada y tenía que hacer un disco. Nunca había compuesto, tenía alguna cosa pero no me había puesto a componer un disco y hacer 10 canciones. Necesitaba tiempo. Quería algo que a mí me gustara y me representara y que tiempo después me sienta orgullosa de lo hecho. Lo único que tenía claro era eso, quería algo que me representase y me gustase, que estuviese segura de ello. Para encontrar eso necesitaba tiempo.
O sea que prefieres avanzar con pasos lentos...
Básicamente es eso. Prefiero ir con cuidado y ser consciente de lo que estoy haciendo. Quiero pensarme mucho todo lo que hago, quiero tomar buenas decisiones en todo.
¿Y ya sabes lo que vas a hacer después de este proyecto?
Miro al futuro a corto plazo y ahora tengo algunas canciones hechas que nunca han salido y no he cantando ni nada pero están ahí. Me gustaría ir sacándolas e igual alguna colaboración y ya luego empezar a pensar en el segundo disco, pero por ahora me gustaría ir sacando canciones.
Hablabas antes de la inseguridad que te despertó este proyecto, ¿lo viste claro una vez compuesto el tema?
Mi objetivo en esta canción no era que me gustara a mí o me representara, aunque sí creo que lo hace. Me gusta y me representa. Pero la diferencia con el disco es que me representa al 100%, habla de mí y de mi persona. Esta canción lo que tiene que representar es a la película y no a mí. El objetivo era ese, que fuese con la película, que tuviese que ver y que la represente.
¿Ya sabes cuánto vive de media un elefante africano en libertad?
¡Alá! ¡Qué fuerte! ¿Cómo sabes tú eso? No me acuerdo...
Fue lo que lo preguntó Mónica Tourón a todos vosotros durante una visita a la Academia.
Es que [OT] fue algo tan rápido, tan de repente, con tanto cambio. Fue como un shock, se me han olvidado muchas cosas.... De los momentos de la Academia en general me acuerdo de todos. De lo de después tengo muchos momentos borrados, de los que no me acuerdo absolutamente de nada.