El mensaje de Almudena Cid a quienes atacan sus trabajos tras dejar la gimnasia
"¿No crees que haces el ridículo?".
Para muchos deportistas colgar las botas —o las punteras, como en el caso de la gimnasta Almudena Cid— supone un punto de inflexión en sus vidas difícil de gestionar. La propia Cid ha reconocido en diversas ocasiones que su transición no fue sencilla y menos al no optar por el camino lógico, que era convertirse en entrenadora.
Este martes la exdeportista, de 39 años, ha dedicado un extenso hilo de Twitter a reflexionar sobre ese duro momento que viven muchos atletas de élite como ella, no sólo por sentirse “nadie” después de haber sido “tremendamente competente y bueno en lo que haces”, sino también por lo difícil que es reciclarse.
“Personalmente puedo decir que hubo un momento en el que creí que se me antojaba imposible”, señala Cid en referencia a seis meses de su vida en los que “tenía el cuerpo metido en el hoyo”.
La gimnasta enumera los ataques de los que ha sido objeto en sus siguientes trabajos tras abandonar el tapiz, como cuando fue colaboradora de El Hormiguero (Antena 3) y una conocida le dijo: ”¿No crees que haces el ridículo?”.
“Mi intervención mensual, 4 días, duplicaba mi beca al mes. 40 minutitos por 192 horas de sudor como gimnasta. Al menos, solo por eso, pudo haberse ahorrado el desagradable comentario”, responde la exdeportista.
Cid también recoge los comentarios del tipo ”¡Ya lo que faltaba, la gimnasta que ahora quiere ser actriz!” cuando debutó en el Centro Dramático Nacional de la mano de Sergio Peris-Mencheta (curiosamente, otro exdeportista, pues formó parte de la Selección de rugby). También recuerda que hubo quien dijo que obtuvo su papel en Frágiles (Telecinco) porque su marido, Christian Gálvez, es presentador de la cadena.
“Cuando decidí escribir mi vida deportiva en libros infantiles [es autora de la serie Olympia] también me llovieron las críticas por escribir”, continúa.
“No os dais cuenta, pero algunos hacéis mucho daño”, afirma Cid antes de reconocer que aún siente que lo que consigue no es suficiente. “Tengo una constante sensación de necesidad de que me acepten [...] Creo haber encontrado mi lugar. Y me tendré que enfrentar a lo que se vive en cada profesión, que es común en todas, pero sí hice un esfuerzo importante, con ayuda de los míos, para seguir caminando hacia mi elección”, añade. Puedes leer el hilo completo aquí.