El 'secundón' Almeida se rinde ante Ayuso: "Isa, aquí tienes a tu 'partner"
El alcalde entierra en diferido (otra vez) a Casado.
Un día frío de enero en 2019, Pablo Casado llamó a su despacho a José Luis Martínez-Almeida y a Isabel Díaz Ayuso. Nadie los conocía. Pero su íntimo amigo -compañero de NNGG, de copas y confesiones- los elegía para ser candidatos en dos puestos clave: el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. Nadie pensaba en ellos, nadie confiaba en ellos.
Pero la vida depara muchas cosas (y más la política). Tres años después llegaría una guerra brutal, cuerpo a cuerpo. Con una clara ganadora: Isabel Díaz Ayuso. Pablo Casado es historia ya del partido, ni siquiera ha sido invitado al cónclave de su casa del PP de Madrid (él milita en el distrito de Salamanca).
En aquellos días de vértigo y batalla nunca olvidará Casado el momento en el que Almeida lo dejó y apuñaló. En apenas unas horas abandonaba la Portavocía del PP a nivel nacional y se pasaba corriendo al bando de Ayuso. Veía que su amigo ya no salía vivo.
Pero es que Almeida no había tenido un papel menor en la guerra, fue la ficha que utilizó Casado para plantarle cara a Ayuso. De hecho, hoy podía haber sido él el que cogiera las riendas del PP de Madrid, en ese intento de tercera vía diseñado por Teodoro García Egea para frenar a la ‘baronesa’.
¿Quién es Casado? Nadie lo quiere nombrar, y el alcalde Madrid ha hecho un discurso a mayor gloria de la hoy su jefa. Rendición total. A toda pastilla: “Isa, aquí tienes a tu partner”. Una proclamación en su discurso en la primera mañana del congreso del PP de Madrid. Por si acaso hay dudas sobre su candidatura.
“Isa”, “Isa”, “Isa”. No se ha cansado de llamarla así durante su intervención, en el momento más complicado para el regidor: acorralado por el caso de las mascarillas y con las dudas sobre el espionaje. Ella (por el momento) mantiene su confianza: ha llegado a decir que pone la mano en el fuego por él y ha sido la que ha animado a todos a levantarse cuando ha subido al estrado Almeida.
Almeida tenía clara su misión este viernes: ser más ayusista que Ayuso. Presentándose como su partner, su ticket electoral. El alcalde, criado en los mandatos políticos de Esperanza Aguirre, salía a la pista a demostrar que era el más pata negra del PP de Madrid. “Buenos días a todos, todas y todes, no se nos vaya a enfadar alguno”.
En primera fila le escuchaba Ayuso, flanqueada por Cuca Gamarra, Esteban González Pons y Pío García-Escudero. “Tenemos muchas ganas, partner, de que seas presidenta de este partido”, lanzaba al minuto uno.
Venga más: “Isa, comenzamos una aventura apasionante hace tres años, el 11 de enero de 2019. A esta aventura le quedan muchos y muchos capítulos, pero Isa, aquí tienes a tu partner como uno más de los 85.000 afiliados de este partido que vamos a arrimar el hombro, vamos a estar junto a ti y vamos a llevar a Madrid a lo más alto”. ¡Ups, se olvidaba de quién los citó ese día!
“Decía el jefe Vera, en ese tono festivo, que el 4 de mayo nos devolvió la ilusión a todos. Es absolutamente cierto”, arengaba el alcalde. Él la ha dibujado como el dique ante el sanchismo: “Hubo una persona que siempre mantuvo el tipo, que nunca se arrugó, que nunca bajó la cara, que nunca pensó en sí misma y que sólo pensó en defender a Madrid y los madrileños”.
Con más frases para la jefa: “Debería la izquierda aprender una lección, que dejen de llamarnos tabernarios como un insulto, porque somos tabernarios, porque nos encanta ser tabernarios. Pero la claves del 4-M no es que en Madrid seamos tabernarios, es que Isabel Díaz Ayuso y el PP confió en los madrileños y les dejó hacer su vida”.
Tirando entonces de thatcherismo cañí: “Los autónomos y los empresarios nos dijeron que no querían las paguitas y subvenciones del sanchismo, que sólo querían que se les dejaran trabajar”.
“Y que quede claro, lecciones de honestidad, ni una”, lanzaba el alcalde ante el aplauso de los suyos. Por cierto, ni una palabra sobre el caso de las mascarillas y las comisiones millonarias a Alberto Luceño y Luis Medina que acabaron en coches de lujo, vacaciones en Marbella, relojes de oro y yates. Para subir más el tono al momento: “A nosotros desde las mansiones Galapagar o los pisazos frente al Retiro no nos dicen lo que tenemos que hacer”.
Con lemas para los suyos: “Nos echan en cara que somos el laboratorio de las políticas liberales. Sí, y a mucha honra”.
“A partir de ahora, Isa, este partido tiene una doble responsabilidad. Quedan 373 días hasta las elecciones, tenemos que revalidar la mayoría amplísima. Me tenéis que ayudar a conseguir una mayoría a lo Ayuso en el Ayuntamiento. Y tenemos que liberar a los municipios del sur de las cadenas de la izquierda”, punto seguido. Aplausos del auditorio.
El alcalde incluso se ha arrogado obras que no son suyas, como la Plaza de España. Casado y Carmena, en el olvido de Almeida. Sus ojos sólo están en Ayuso: “Nos vamos a dejar la piel”. Y eso que el programa no lo ha puesto ni en la tarde grande (la del viernes) ni en la gran mañana del sábado. Pero ya sabe: “Muchas gracias, partner”.