Filomena congela a Almeida
Se desgasta la imagen del alcalde como gestor por el colapso entre nieve y basura de Madrid diez días después del temporal.
La nieve se está volviendo negra en las calles de Madrid. Apenas se puede transitar entre bloques de hielo por la capital. Muchos vecinos han tenido que sacar sus palas y abrir camino ante la falta de administración. Diez días después, la ciudad no sabe cuándo volverá a la normalidad, esperando que lleguen duros vientos y con la amenaza de que sus vías se conviertan en ríos de agua.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha perdido en los últimos días ese aura de unidad y de gran regidor que lo acompañó durante la pandemia. Los ciudadanos y los partidos entendieron la situación excepcional ante el peor temporal en décadas, pero el cansancio y el hartazgo crece por momentos al ver la basura acumulada en mitad de la urbe. Con la sensación extendida de que no se tomaron las medidas ni antes ni después.
Los populares llevan meses vendiéndose como la única alternativa de buena gestión. Pero aquellas primeras fotos de Pablo Casado quitando nieve en la puerta de un centro de salud o del propio Martínez-Almeida empujando coches hundidos en la nieve, han dado paso a las fotos de las bolsas de basura, de los árboles partidos en medio de la calle sin retirar y del juego de pasar la pelota al Gobierno central pidiendo la declaración de la zona catastrófica.
Martínez-Almeida ya no es tan perfecto como se había vendido. El alcalde de España, decían en Génova 13. Su imagen en ascenso durante los primeros meses de la pandemia no brilla tanto, cuando le ha tocado gestionar directamente una catástrofe y tras meses ejerciendo también como portavoz del PP a nivel nacional. Y eso que no tiene precisamente la oposición más dura del mundo. De hecho, los partidos contrarios esperaron días y le dieron su apoyo ante Filomena, pero ahora cargan duramente ante lo que se está viviendo en la ciudad. “Si esto hubiera pasado con Carmena, Almeida estaría organizando una manifestación con palas en la puerta de su casa”, confiesa un concejal de la oposición.
“Somos conscientes de que la tormenta que ha arrasado Madrid ha tenido grandes dimensiones y generado situaciones objetivamente complicadas. Nosotros no somos como PP y Cs, que, sin duda, hubieran dicho que la tormenta era culpa de Manuela”, explican fuentes de Más Madrid. Y añaden: “Entendemos la dificultad. Por eso nos pusimos a disposición de Almeida desde el primer momento, pero se podía haber hecho mejor. Las predicciones meteorológicas no han fallado, ha fallado Almeida”.
“Madrid es una ciudad moderna que tiene potencial suficiente, humano y económico para hacerlo mejor, lo que ha fallado es la gestión. El Gobierno del PP tiene que dejar de hacer tanta propaganda e informar de forma más rigurosa y clara. Y, por supuesto, gestionar mejor. Imprevisión y triunfalismo. Los mensajes de Comunidad y Ayuntamiento no desincentivaron la movilidad de los vecinos. No se recomendó a las empresas cerrar por la tarde. Ha faltado claramente planificación y gestión”, lamentan desde el principal partido de la oposición en Cibeles.
Por eso, se preguntan: “¿Cómo es posible que, por ejemplo, haya habido 1.600 conductores atrapados en la M-30? ¿Cómo es posible que casi 100 conductores de la EMT tuvieran que pasar la noche en sus autobuses?”. Las fuentes hacen esta reflexión: “Ha tenido que ser la ciudadanía la que ha ido limpiando las aceras para poder mínimamente salir a la calle. No se cuidaron ni los accesos a los hospitales. Se ha llamado a la colaboración a la población y no se ha hecho ningún esfuerzo para organizar, ni se han proporcionado medios a las asociaciones”.
Ponen la lupa en el tema escolar: “El contrato de emergencia para limpiarlos se hizo este viernes por la noche, siete días después. Está claro que los colegios no han sido una prioridad”. “¿Y la basura?”, se preguntan ante las imágenes que se han visto, para subrayar: “Madrid es una gran capital, con 5.000 millones de euros de presupuesto. Esto no es normal”.
Los servicios están desbordados y sólo se habían despejado hasta este domingo la mitad de las calles de la ciudad y el consistorio espera poder retirar ya este martes la mayoría de la basura que se encuentra apelmazada. La medida estrella que anunciaba Almeida este fin de semana era la gratuidad de los autobuses de la EMT hasta el miércoles (aunque la principal forma de viajar ha sido durante estos días el Metro, competencia de la Comunidad, que ha estado abierto las 24 horas).
“Podemos estar en el debate eterno de si se preveía o no. El caso es que la ciudad no estaba preparada, es evidente”, señalan fuentes socialistas en el Ayuntamiento. La gente durante los primeros días entendió que era una nevada histórica, reconoce un edil del PSOE, pero “el problema es cuando lo extraordinario se acaba convirtiendo en extremo”. “La gente no recupera su normalidad, los niños no han vuelto al colegio. La gente no puede recuperar su día a día después de diez días de la nevada y de la ola de frío. Ahora los supuestos vientos que van a venir... Eso lo está desgastando como gestor. Nadie podrá decir que no ha dado la cara, pero la ciudad no ha recuperado algo parecido a la normalidad. Una cosa es que tengas las zonas verdes llenas de nieve y otra es que la nieve imposibilite la vida esencial. Ir a la compra es un deporte de riesgo”, señalan fuentes socialistas, que inciden: “Es la primera vez que vemos que la gente de derechas está desgastada”.
“La gente salió por un gesto de solidaridad y de vamos a tirar todos para adelante, pero lo puedes hacer un momento. Y si te das cuenta de que si no es por eso, no puedes salir de tu calle, te lleva a esa crispación y ese cabreo”, comentan. “Él es consciente de que se está desgastando y ha retirado esa imagen de tan en primera línea”, añade un concejal del PSOE. Sobre la decisión de que sean gratis los autobuses, comentan en el PSOE que es algo más “mediático”: “Lo hace alguien que no está acostumbrado a ir en transporte público. Los habituales se sacan un abono y ya lo han pagado. Y a los no habituales lo que les ha funcionado ha sido el metro”. “Él tiene instinto político y sabe que le está perjudicando”, añaden.
Como inciden fuentes del PSOE de Madrid: “Iban de magníficos gestores y liberales, pero han ido machacando cualquier tipo de estructura pública, lo dejan todo dependiente de las empresas y acaban solicitando la autogestión de la población”.
Filomena hace estragos también políticos.