La decisión del alcalde de Múnich por la que muchos en España están señalando a Almeida
"Igual que el alcalde molón", han dicho en redes.
Dieter Reiter, alcalde de Múnich, está siendo muy aplaudido por muchos en España tras conocer la respuesta que dio a la legislación homófoba aprobada por Hungría, que prohibió hablar de homosexualidad en los colegios y que la compara con la pedofilia.
Según medios locales, Reiter decidió contestar simbólicamente aprovechando que la selección alemana de fútbol jugará este miércoles 23 precisamente contra Hungría en la fase de grupos de la Eurocopa.
Los alemanes jugarán en el estadio Allianz Arena de Múnich y Reiter ha pedido a la UEFA que el estadio se ilumine con la bandera arcoíris, símbolo del Orgullo, en solidaridad “con la comunidad LGTB de Hungría”.
“Múnich apoya la diversidad, la tolerancia y la igualdad en el deporte y en la sociedad”, se puede leer en la moción presentada por su Consistorio.
La decisión de Reiter ha llamado mucho la atención en Madrid, donde esta misma semana su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha corregido la postura de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, quien afirmó que se estaba estudiando la posibilidad de colocar la bandera arcoíris en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, con motivo del Orgullo.
“El año pasado ya se cumplió la sentencia del Supremo por unanimidad del equipo de Gobierno, que nos asesoraron y nos dijeron que no se podía colgar la bandera. No ha habido cambio de doctrina del Tribunal Supremo y parece difícil que podamos colgar la bandera, lo que no quiere decir que no vayamos a colaborar”, afirmó Almeida. Sí se iluminará la sede del Consistorio y la fuente de Cibeles, situada frente al edificio del Ayuntamiento.
En la primera celebración del Orgullo con José Luis Martínez-Almeida como alcalde, la colocación de esta enseña se realizó con polémica. La formación de ultraderecha Vox, que había firmado un pacto de investidura con los ‘populares’, se oponía a su colocación. Finalmente fue desplegada en un lateral de la fachada, aunque el acto en el que se colocó no contó ni con la presencia de asociaciones LGTBI ni con la de la oposición.
Se esgrimió entonces que la bandera se situaba en el lateral para no dañar la fachada recientemente restaurada, pese a que el día antes se había colocado una bandera de España en el centro.
Al leer la noticia sobre el alcalde de Múnich, muchos se han acordado de esta última decisión de Almeida y, en la comparación, no ha salido muy bien parado: