Qué es la Alianza GAVI y por qué le tiene tanta manía Miguel Bosé
El artista suele atacar a este organismo, ligado a la Fundación Bill y Melinda Gates, cada vez que habla del coronavirus. O sea, muy a menudo.
Su nombre lleva mucho tiempo en la lista negra de Miguel Bosé. GAVI, la alianza mundial para las vacunas, es uno de los enemigos públicos para el controvertido y negacionista músico español. Su última aparición en Lo de Évole (laSexta) ha devuelto a la opinión pública a una entidad que recibió el Princesa de Asturias de Cooperación Internacional en 2020.
“Esto se desata porque Sánchez hace una donación de 125 millones a GAVI, a la fundación de Bill y Melinda Gates”, comentó Bosé en la entrevista justo después de decir que la pandemia “sale de un cártel de multimillonarios psicópatas llamado Foro de Davos”.
No es la primera vez (y suponemos que tampoco será la última) que el artista carga contra esta entidad. Desde hace tiempo, la voz de ‘Don Diablo’ se ha posicionado en contra de todo lo que tenga que ver con coronavirus: mascarillas, efectos causados por la infección y, por supuesto, vacunas. Su teoría de la conspiración se basa en la utilización de los pinchazos por parte de los Gobiernos para “controlarnos”. Aquello del microchip y el 5G que no pocos defienden. Y en esa estrategia sin fundamento científico, GAVI es un objetivo prioritario.
¿Pero qué es GAVI y por qué esa obsesión de Bosé?
Lo primero, qué no es: GAVI no es una farmacéutica, como defiende el cantante. Constituida en 2000 y con sede en la ciudad suiza de Ginebra (igual que la ONU), GAVI nace como una alianza público-privada. De hecho, su nombre es un acrónimo por sus siglas en ingles que significa Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización. En su historia ha ayudado a vacunar a más de 760 millones de niños de 73 países y ha evitado más de 13 millones muertes, según diversos estudios.
Entre sus labores, reunir y trabajar junto a gobiernos, donantes, farmacéuticas y organismos como la OMS y la ONU para desarrollar y financiar programas de inmunización contra grandes epidemias y pandemias. La polio, la meningitis, el cólera, la fiebre amarilla y ahora el coronavirus son algunos de los frentes en los que trabaja.
El fallo del jurado de los Princesa de Asturias premió el pasado año “su trabajo en facilitar el acceso universal a vacunas para reducir el impacto de las enfermedades infecciosas y por contribuir a que la mitad de la población infantil del mundo esté protegida por rutinas de vacunación”. Más en detalle, el texto aplaude las soluciones “innovadoras” que plantea esta entidad, algo que, aseguran, repercute en el aumento de la esperanza de vida.
Era de suponer que el galardón no sería del agrado de Bosé, que estalló en Twitter (antes de desaparecer de la red social) nada más conocerlo. Donde la comunidad internacional veía el reconocimiento a una labor humanitaria, Bosé veía una jugada de George Soros (figura comodín de los conspiranoicos): “VERGÜENZA!!!!!! VERGÜENZA!!!!! VERGÜENZA!!!! GOBIERNO PELELE DE SOROS Y GATES!!!! VERGÜENZA”. En otro mensaje directamente les acusaba de causar un reguero de víctimas por todo el mundo por lo que llamaba “vacunas fallidas”, sin más testimonio que su propia convicción.
‘Todas las vidas tienen el mismo valor’, como leitmotiv
La filosofía de la entidad se apoya en salvar vidas, sin importar origen ni condiciones, como recoge en una cita de su gran patrono, Bill Gates. “Cuando Melinda y yo comenzamos este trabajo hace más de una década, nos inspiró la convicción de que ‘todas las vidas tienen el mismo valor’. Entonces, una de las primeras cosas en las que invertimos fueron las vacunas, que protegen a todos los niños que las reciben, sin importar cuán ricos o pobres sean. En resumen, las vacunas funcionan”. 21 años después Bosé y sus seguidores le discuten esta última afirmación.
La carta de presentación de la alianza se define como poseedora de “un enorme poder” para negociar vacunas a precios asequibles para los países más pobres y para eliminar los riesgos comerciales que antes impedían que los fabricantes les sirvieran.
A lo largo de sus 21 años de vida, GAVI ha participado de los programas de vacunación contra la polio, la meningitis, el cólera, la fiebre amarilla y ahora el coronavirus en más de 70 países especialmente pobres. Un macroprograma que supone una inversión gigantesca que, pese a lo que suponga Bosé, no solo sufragan los Gates.
Se estima que el apoyo inicial de la Fundación Bill y Melinda Gates fue de 750 millones de dólares, una cantidad que se amplía periódicamente, pero hay muchos más donantes. Según las cuentas de la entidad, el matrimonio ‘solo’ aporta un 19,6% de los fondos. En el listado oficial de donantes figuran el Banco Mundial, gobiernos nacionales como España y trasnacionales como la Comisión Europea, junto a entidades privadas entre los que se encuentran farmacéuticas ahora de plena actualidad como Janssen, Pfizer o Sanofi.
El pasado 4 de junio, GAVI logró comprometer una enorme partida de algo más de 7.300 millones de euros (1.330 corresponderían al matrimonio Gates) para vacunar a unos 300 millones de niños. Entre estos donantes, Pedro Sánchez anunció en la Cumbre Mundial sobre Vacunas de junio de 2020 el compromiso español de aportar 50 millones.