Álex Casademunt, el más rebelde de los concursantes de 'OT 1'

Desde que nació su hija Bruna, hace tres años, el muro de Instagram de Álex Casademunt (Vissa de Mar, Barcelona, 1981) es un álbum monográfico de la pequeña y una continua declaración de amor hacia la niña.

Al cantante, que ha fallecido este martes víctima de un accidente de tráfico,  se le veía feliz en su papel de padre, un tanto distanciado ya de la fama de polémico y rebelde que arrastraba desde que, en 2001, el concurso de televisión Operación Triunfo convirtiese a este técnico de electrodomésticos —y a todos sus compañeros— en un fenómeno de masas.

Entre Chenoa, Bisbal, Bustamante, Rosa López y el resto de compañeros, Álex Casademunt no fue uno de los alumnos aventajados de la academia, pero sí que supo aprovechar su carisma para hacerse su hueco.

Su gran éxito en el concurso llegó con Dos hombres y un destino, canción que interpretó a dúo con David Bustamante. Precisamente “ella”, la canción, es la culpable de una de las últimas polémicas protagonizadas por el catalán, pues no tardó en mostrar su indignación con la nueva versión que el cantante cántabro ha incluido en su último disco, sin contar con él.

Un enfado que, a tenor de la reacción de Bustamante al enterarse de su fallecimiento, no había terminado con su relación:

Sin pelos en la lengua

Finalizado el concurso, sumergido en la vorágine de la fama, Álex Casademunt decidió formar parte del grupo Fórmula Abierta, junto a tres de sus compañeros: Geno, Javián y Mireia. De nuevo, disfrutó las mieles del éxito cuando su single Te quiero más se convirtió en una de las canciones de aquel verano de 2002.

Al año siguiente, el artista catalán decidió dejar la formación musical y, una vez libre, no tuvo reparos en criticar al concurso que le había llevado al estrellato y que tanto significó para esos jóvenes aspirantes a estrellas de la música. “Algunos nos sentíamos menos queridos que otros. A Bisbal le hicieron un disco y a mí me metieron en un grupo” y acusó al programa de engañarles con los contratos.

El artista catalán siempre ha asegurado mantener una muy buena relación con todos sus compañeros de aquella mítica primera edición de Operación Triunfo. “Se creó un vínculo muy importante para el resto de nuestra vida”, declaró.  Con todos, excepto con Juan Camus del que llegó a decir: “Con todos mis respetos, es un fantasma a no poder más, con todas las letras una por una”.

Alejado de Fórmula Abierta, decidió probar suerte en solitario: grabó tres discos y se adentró en el mundo de la televisión, donde presentó Los Lunnis o fue colaborador de El programa de Ana Rosa, e incluso probó suerte como actor y formó parte del elenco del musical Mamma Mia.

Pero su carrera artística ha estado en muchas ocasiones empañada por otros controvertidos episodios personales, que enturbiaron sus apariciones en escena.

Una de las más importantes fue la acusación de malos tratos que vertió sobre él su exnovia Lucía Sánchez en 2014, quien finalmente retiró la denuncia.

Años más tarde, Casademunt protagonizó otro triste suceso cuando se vio implicado en una fuerte pelea en una discoteca de Vigo, que se resolvió con una multa para el cantante y una condena de cárcel para el joven que le rompió un vaso en la cara.

Carismático, talentoso, impulsivo, bromista, seductor... Casademunt no ha pasado desapercibido por la vida de las personas que le han rodeado. Hoy, sus amigos de OT, se despiden de él entre la incredulidad y el dolor.