Alerta amarilla por erupción en la isla de La Palma tras producirse casi 3.000 terremotos
Los expertos hablan de un “enjambre sísmico”, que ha ocasionado una deformación superficial de la isla que ronda los seis centímetros.
La isla de La Palma se encuentra en alerta amarilla por riesgo de erupción volcánica, después de que en los últimos días se hayan detectado 2.935 terremotos en la zona sur, temblores que ya se están extendiendo hacia el oeste.
El número de seísmos localizados desde el pasado sábado alrededor del volcán de Cumbre Vieja, en el marco de lo que los expertos llaman un “enjambre sísmico”, han ocasionado una deformación superficial de la isla que ronda los seis centímetros. Todavía no representa riesgo alguno para la población, pero sí denota un aumento significativo de la actividad en la zona, como reconoce el director del Área de Vigilancia del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Luca D’Auria, en el Diario de Avisos.
No descarta una erupción, aunque se muestra cauto respecto a los plazos que se manejan. El problema es que se han localizado algunos sismos de baja magnitud a poca profundidad (entre uno y tres kilómetros bajo el suelo).
El comité científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), ha recomendado mantener el semáforo en amarillo (nivel 2 de riesgo en una escala de 4) y la situación de alerta para los municipios de la Cumbre Vieja, concretamente Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, El Paso y Mazo.
11 millones de metros cúbicos de magma
La Red Geodésica Canaria, operada por el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), ha registrado en los últimos días una significativa deformación del terreno de origen volcánico en la zona del volcán Cumbre Vieja, en la isla de La Palma. El portavoz de Involcan, David Calvo, ha explicado a la Cadena SER que la peligrosidad es relativa. No obstante, los once millones de metros cúbicos de magma estimados, equivaldrían a 3.259 piscinas olímpicas.
Los expertos constatan que el proceso se ha intensificado y puede tener una evolución rápida a corto plazo, pero añaden que aún no hay evidencias claras para una erupción inminente.
El comité del Pevolca ha informado que en esta situación es esperable que ocurran terremotos sentidos de mayor intensidad y precisa que los indicadores muestran un registro sísmico intenso, con un ligero desplazamiento hacia el noroeste, con profundidades más someras que en días anteriores, entre 6 y 8 kilómetros, según informa el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
El Comité Científico está coordinado por la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias y lo integran representantes del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Universidad de La Laguna.
El Pevolca establece un semáforo volcánico como sistema de alerta a la población basado en cuatro colores en función del riesgo: verde, amarillo, naranja y rojo y en el caso del amarillo se intensifica la información a la población, las medidas de vigilancia y monitorización de la actividad volcánica y sísmica.
En este nivel se refuerza el seguimiento de la actividad para comunicar cualquier cambio significativo que se observe.
En un comunicado, la Dirección General de Seguridad indica que la población debe estar atenta a los comunicados de los responsables en Protección Civil, a través de los canales oficiales y los medios de comunicación.
Especifica que antes de una erupción volcánica, se produce un aumento gradual de la actividad sísmica, que puede prolongarse durante mucho tiempo y puede ser percibida por la población, por lo que debe mantener la calma.
En semáforo amarillo se recomienda conocer la red de comunicaciones del entorno en el que reside para una posible evacuación y tener localizada alguna vivienda de familiares fuera de las zonas de riesgo.
Además recomienda que se planifique una pequeña mochila o bolsa de viaje por si se determina la evacuación, con teléfono móvil con cargador, medicamentos personales y documentación de importancia.
Este enjambre sísmico es el décimo que tiene lugar en esta zona desde que se tienen registros, y es un indicador de que podrían aproximarse una erupción volcánica por un proceso de intrusión magmática en el interior de la corteza de la isla. El resto de las islas Canarias también están consideradas sistemas volcánicos activos, excepto La Gomera, que geológicamente se encuentra en una fase de transición en la que lleva ya dos millones de años sin actividad de ningún tipo.