Alemania intenta salir de una crisis política inédita
Merkel insiste: prefiere nuevas elecciones a gobernar en minoría.
Alemania inicia consultas este martes para salir de la encrucijada política en la que se encuentra tras el fracaso de las negociaciones para formar un gobierno entre conservadores, liberales y ecologistas.
El presidente de la república federal, Frank-Walter Steinmeier, que tiene el poder de convocar nuevas elecciones tras disolver el Parlamento, anunció su intención de reunirse con los partidos que pueden entrar en un gobierno dirigido por la canciller conservadora: todos salvo la extrema derecha y la izquierda radical.
Tras una larga entrevista el lunes con la canciller Angela Merkel, Steinmeier recibirá este martes a los dirigentes de los Verdes, antes de una entrevista muy esperada el miércoles con el presidente de su propia formación, el partido socialdemócrata (SPD), que por el momento se niega a aliarse con la canciller. Luego se entrevistará con el partido liberal FDP.
El objetivo es encontrar una forma de evitar que los alemanes tengan que volver a las urnas meses después de las elecciones legislativas de septiembre. Una perspectiva que sume en la incertidumbre a una Unión Europea debilitada por el Brexit.
La preocupación es palpable en Alemania, más aún después del seísmo político que supuso la entrada de los diputados de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en la Cámara Baja del Parlamento tras los comicios de septiembre.
LOS ALEMANES QUIEREN VOLVER A LAS URNAS
A la vista de los sondeos, el ascenso de ese partido podría confirmarse, o incluso aumentar, si se convocan elecciones anticipadas.
Según una encuesta realizada el lunes, un 45% de los alemanes desean volver a las urnas, frente al 27% que quiere una nueva "gran coalición" entre los conservadores y el SPD, y el 24% que está a favor de que Merkel gobierne en minoría.
Steinmeier, que fue el ministro de Relaciones Exteriores de Merkel en dos periodos distintos (2005-2009 y 2013-2017), prefiere evitar la celebración de elecciones anticipadas.
Los partidos elegidos tienen la "misión" de formar un gobierno y no pueden cederle esa tarea a los electores ante la primera dificultad, argumentó el lunes.
La primera economía europea y sus más de 82 millones de habitantes afrontan una crisis inédita desde el domingo, cuando el FDP abandonó las negociaciones emprendidas por la canciller para lograr una alianza mayoritaria entre su bando conservador (la CDU y su aliada bávara CSU), los liberales y los Verdes, la única coalición posible tras la decisión del SPD de permanecer en la oposición.
Merkel no tiene intención de arrojar la toalla. El lunes aseguró a la prensa que volverá a presentarse si se celebran elecciones anticipadas, a pesar de las críticas que suscita en el ala más derechista de su familia política, que no le perdona su decisión de acoger a más de un millón de migrantes en Alemania en 2015 y 2016.
Tras 12 años en el poder, la canciller descarta formar un gobierno minoritario. Alemania "necesita un gobierno estable que no tenga que buscar una mayoría cada vez que tome una decisión", afirmó.
A la espera de que cambie la situación actual, seguirá despachando los asuntos corrientes.
La nueva Cámara de Diputados se reunirá a partir del martes para votar la prolongación de las misiones militares del ejército en el extranjero, en particular su intervención en la lucha contra la organización Estado Islámico (EI) en Siria y en Irak.