Alberto Ginés y el resto de escaladores se llevan los aplausos con lo que han hecho
El español está participando en la final de la escalada.
Los Juegos Olímpicos son un ejemplo de deportividad entre la inmensa mayoría de los participantes. Contrasta, por ejemplo, con lo que se ha visto en la final de la Champions donde algunos jugadores se quitaban la medalla de subcampeón.
Pero este jueves, en la final de la escalada masculina se ha ido un paso más allá. Entre la prueba de velocidad y la de bouldering o escalada de bloques los deportistas han dejado una imagen muy curiosa.
El español Alberto Ginés, el japonés Tomoa Narasaki, el francés Mickäel Mawem, el checo Adam Ondra, los estadounidense Colin Duffy y Nathaniel Coleman y el austriaco Jakob Schubert se han juntado delante del rocódromo para entre todos analizar las rutas y ver la posición de las presas.
“Estamos viendo que comentan entre ellos los bloques. En general, bastante fair play y las sensaciones que tienes al verlo es la que comentas con otros competidores. Nadie va a intentar engañar a nadie y aquí todos son perros viejos y se van a dejar engañar”, han destacado en la retransmisión de Eurosport.
Esta imagen contrasta con la que ha dejado el boxeador británico Ben Whittaker, que perdió la final de peso semipesado frente al cubano Arlen López.
El púgil, al recibir su medalla de plata, renunció a colgársela al cuelo. Lo que hizo fue recogerla y metérsela en el bolsillo del pantalón. En cambio, los ganadores del bronce, Imam Khataev y Loren Alfonso, sí mostraban orgullosos las suyas.
“No se gana la plata. Se pierde el oro. Estoy muy decepcionado. Me siento como un fracasado”, ha afirmado a la BB Whittaker.