Técnicos vigilan la densidad de la lava y alertan sobre un posible ensanchamiento de la colada
Registran 30 movimientos sísmicos en las últimas horas, la mayoría de magnitud 3 o superior.
La erupción que comenzó hace 16 días en Cumbre Vieja, en La Palma, no da tregua a la población y los científicos siguen al minuto la evolución de la lava. Por el momento, los técnicos aseguran que continuará fluyendo por la misma colada, pero advierten que esto cambiará si varía su densidad y la aparición de nuevas bocas eruptivas.
Nerea Martín, geógrafa de la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna, ha indicado que hasta que no haya nuevas bocas, si es que las hay, no se podrá simular su flujo, por lo que si no hay más o cae de nuevo el cono del volcán, como sucedió el pasado 3 de octubre, no tiene por qué desviarse, al menos que la lava se densifique, ha añadido.
Si la lava sale más densa se frenaría en su camino hacia el mar y se ensancharía en lugar de avanzar, por lo que aumentaría el daño a los lados.
Ahora, bajo la colada del volcán, se han formado al menos dos tubos volcánicos que conservan el calor y facilitan que la lava transite más fluida y a mayor velocidad hacia el mar. Estas galerías, que son habituales en las Islas Canarias, se crean cuando el material magmático que emana del interior de la tierra está muy líquido y transcurre por áreas en las que la topografía no es muy accidentada, informa el diario La Provincia.
La presencia de estos tubos volcánicos ayuda a canalizar la colada, pero a su vez hacen que la lava mantenga una temperatura elevada, por lo que avanza más rápido y alcanza cotas más bajas. El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha compartido este hallazgo en la reunión de los equipos del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), después de que la investigadora Sonia Calvari, del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia de Italia, realizara una simulación de la evolución de las coladas, a través de imágenes satelitales, con la que concluyó que las lenguas desaparecían en determinados puntos y volvían a surgir en zonas más cercanas a la costa.
Además intentan tranquilizar a la población ante el aumento en las últimas horas de la sismicidad y señalan que este enjambre se produce a niveles profundos y no implica que se vaya a abrir una nueva boca eruptiva.
En las últimas horas, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado este martes 30 movimientos sísmicos en la isla, varios de ellos sentidos por la población y 17 de ellos de magnitud 3 o superior, en un caso de 3,9.
Carmen López, responsable de Sismología del IGN, ha recordado que este aumento de la sismicidad es parte del proceso eruptivo, y ha explicado que a una vez iniciada la erupción volcánica y a medida que sale material como lava y piroclastos, el sistema más profundo de realimentación se tiene que ajustar.
La superficie afectada por la erupción asciende a 413,38 hectáreas, 14,2 más que ayer, y el perímetro de la zona afectada es de 36,3 kilómetros aunque se confía en que no toda esta superficie esté arrasada por la lava. En total, ha destruido hasta el momento 726 construcciones, de las que 605 son viviendas; 58, edificaciones de uso agrícola, y 30, de uso industrial, según los datos del Catastro.
La anchura de la colada en algunos tramos es de 1.250 metros, 300 metros más que ayer mientras que la fajana que se creado al caer la lava al mar tiene ya una superficie de 32,7 hectáreas.
214 millones en ayudas
El Gobierno ha aprobado este martes un segundo plan de ayudas urgentes para los afectados del volcán de La Palma por importe de casi 214 millones de euros, destinados a paliar los efectos de la erupción del volcán en la isla.
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha explicado al término del Consejo de Ministros que estos 213.763.000 euros, aprobados vía decreto ley, se suman a los 10,5 millones que el Ejecutivo otorgó en su reunión del pasado martes para la adquisición de viviendas y de enseres de primera necesidad.
No hay un final cercano
Tras 16 días de erupción, por ahora nadie se plantea un final cercano, aunque Involcan asegura que esta se producirá cuando se observe una disminución en la emisión de dióxido de azufre a la atmósfera, que ayer se estimó en 16.000 toneladas.
Por primera vez en muchos días, la meteorología está ayudando a la mejora de la calidad de aire aunque esta mañana el valle de Aridane amaneció cubierto por una densa nube que impidió al sistema de satélites europeo de monitorización terrestre Copernicus actualizar la evolución de las coladas del volcán.
El viento se presenta favorable para que la nube de cenizas y de dióxido de azufre no afecte, entre otros servicios, a la operatividad del aeropuerto.
Y mientras tanto las administraciones intentan reparar los destrozos que ha provocado esta erupción volcánica que, entre otros daños, ha roto las redes de abastecimiento de agua de regadío en una zona considerada como una de las más ricas de la isla por sus plataneras.
El consejero de Aguas de La Palma, Carlos Cabrera, ha anunciado que este lunes han comenzado los trabajos para elevar agua desde la zona de Las Hoyas, en la parte baja de Los Llanos de Aridane, hasta la balsa de Cuatro Caminos, en el área alta, donde unos 350 agricultores “no están regando o están mal regando”.
Los trabajos han comenzado una vez que el Cabildo de La Palma ha declarado su emergencia, ha indicado el también presidente del Consejo Insular de Aguas, quien ha explicado que el agua saldrá de las desaladoras portátiles que previsiblemente llegarán el miércoles.