Aitor Gabilondo, creador de 'Patria': "La gran obsesión de mis padres era que no cayera en la droga o en ETA"
Una nueva entrega de la serie 'Sin quién no estaría aquí...", por la periodista televisiva Mariola Cubells.
Aitor Gabilondo ha creado Patria gracias al puesto en el mercado de La Bretxa de Donostia que tenían sus padres y a un jefe de estudios que lo zarandeó. Vamos con una nueva entrega de Sin quién no estarías aquí, donde guionistas, directores y creadores bucean en sus inicios profesionales para contarnos cómo arrancó todo, por qué se dedican a lo que se dedican y cómo fue su infancia televisiva.
Patria llega el domingo 27 de septiembre en HBO (en Telecinco se emite el primer episodio el martes 29). La serie, escrita por Gabilondo y basada en el libro de Fernando Aramburu, se estrenó el viernes en el Festival de Cine de Donostia con júbilo.
La ficción (por favor, apartad polémicas estériles y sentaos a verla bien, con la mirada ancha) nos debía esta historia vasca, tremenda, que creo que va a viajar muy bien al mundo entero (se estrena simultáneamente en 62 países). Y ojalá, porque lo que narra es necesario que llegue a todas partes, es un gigantesco pedazo de nuestra historia, de la historia del terrorismo de ETA, de los GAL, que debería trazar un camino para que los creadores se decidan por fin a transitarlo con libertad.
Empezamos. Los abuelos y los padres de Gabilondo regentaban una carnicería allí, en ese mercado municipal de Donostia. Y en realidad, todo empezó ahí.
Y cuando llegaba a casa del mercado, ¿qué veía el niño Aitor en la televisión? ¿Cuáles fueron sus referentes audiovisuales? Si lo escuchamos con atención, todo encaja:
El niño crece y llega el momento de decidir qué quiere ser de mayor. Aquí, otro momento clave, determinante. Sin ese profesor providencial no estaría teniendo esta conversación con Aitor, porque probablemente Aitor estaría dedicándose a otra cosa.
El viernes, como decía, estrenó su serie en Donostia. Y aquí viene la cuadratura del círculo. Porque junto a todo lo anterior, su gran aprendizaje vino a través del Festival de Cine de Donostia. También de la semana de terror o el Cine Club Kresala. Ahí descubrió a grandes autores de cine. Resumiendo: cuando se apuntó al curso de cine en Urnieta (Gipuzkoa), ya llevaba mucha ficción en la retina (“recuerdo el curso de cine porno de lo más interesante que dio el propio Rebordinos”). Y con los años, llegó Globomedia.
Tras muchas series, muchos guiones, muchas horas de ficción de todo tipo, de grandes audiencias y de audiencias menores, de fracasos, de angustias televisivas, llega Patria, que de momento es el final glorioso de esta historia. ¿Pero, cómo llega Patria?
La puerta que abre esta ficción, que es un bocado audiovisual fabuloso, es importantísima: hay un mundo entero por contar a partir de ese final, que no desvelaremos. Es uno de esos finales que te dejan, como diría Cortázar, estaqueado en mitad del patio.
¿Y ahora qué?, le pregunto a aquel joven que era negado para las matemáticas, afortunadamente. ¿Qué haría ahora siendo ya quien es si le dieran un folio en blanco?