Ainhoa Arteta, en silla de ruedas por el coronavirus
La soprano sufre las secuelas dos meses después de dar positivo.
Ainhoa Arteta dio positivo en febrero en coronavirus, pero no ha sido hasta este domingo cuando se han conocido las secuelas que ha dejado en ella el covid. La soprano ha publicado unos vídeos en su cuenta de Instagram en los que se le ve en una silla de ruedas.
Arteta, de 56 años, no tuvo que ser ingresada por el virus y lo pasó en casa, pero tampoco fue asintomática. “Me afectó a los bronquios y casi me baja a los pulmones. Y obviamente, con mi profesión, tuve bastante apuro”, ha explicado la artista.
Como consecuencia de la enfermedad, la soprano ha sufrido dos meses después un edema que le obliga a utilizar la silla de ruedas debido a que tiene inflamadas “las venas dentro de las rótulas de los huesos”, motivo por el que tiene que seguir guardando reposo y por el que, de momento, no puede realizar largos recorridos caminando.
Su faceta profesional también se ha visto perjudicada. “Salgo a cantar tiesa, voy con muletas y con silla de ruedas para evitar todos esos pasos infinitos por el aeropuerto”, ha contado.
Como ha relatado la soprano, que ha intentado quitar hierro al asunto, no se trata de nada grave, “pero no es agradable”.
“Cuando parece que has pasado todo, de repente te quedas como me quedé yo el otro día, sin poder andar”, ha explicado apenada. Aunque mantiene la esperanza de que “sea algo pasajero y no haya venido para quedarse”.