Ahorrar electricidad, también en verano

Ahorrar electricidad, también en verano

Claves para abaratar la factura aunque pongas el aire acondicionado.

RyanJLane via Getty Images

Imposible no hay nada. Y, para muestra, este mes de julio, en que la factura de la luz volvió a subir hasta un 5,6% respecto a 2016.

Este porcentaje ha pagado de más un consumidor acogido a la tarifa regulada (el PVCP), según los resultados del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El recibo de un usuario medio, según el modelo que maneja el Ministerio de Energía -con un consumo de 325 kw/hora al mes y una potencia instalada de 4,4 kilowatios- alcanza los 478 euros en lo que va de año, según el simulador de la CNMC. Son 66 euros más que entre enero y julio del año pasado. Según los cálculos de Facua, con un consumo medio mayor, de 366 euros al mes, porque excluye las segundas viviendas, el sobrecoste supera los 70 euros.

Casi la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la energía que se utiliza para mantener las casas calientes en invierno y frescas en verano. En España, durante la ola de calor del año pasado, los hogares españoles consumieron 39.128 megavatios, superando a los cuatro veranos anteriores, según Red Eléctrica Española.

El 50% del potencial de ahorro de energía está en los elementos envolventes y aislantes de la casa (puertas y ventanas, toldos, protecciones...), lo que exige a veces cierta inversión; pero otro 20% de ahorro se puede conseguir con un buen uso de los equipos y un cambio de hábitos. Este es el decálogo para ahorrar electricidad y no sudar cuando a final de mes llegue la factura.

Por eso: no te quemes y conecta el chorro. Haz oídos sordos a lo que dice Maná porque no siempre hay que Vivir sin aire. En El HuffPost hemos hablado con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía y nos han dado unas orientaciones que ponen los kilowatios a raya. Entre otras cosas y para dejar de ser más pobres por culpa del recibo de la luz, aquí va una batería de sugerencias listas para poner en práctica. Rogamos al lector que que comparta su experiencia con nosotros en los comentarios de este artículo. Porque si le funciona, le copiamos. Vaya informando.

Ajústate

Cada 1,15 Kw de potencia suponen casi 50 euros al año. Si nunca han saltado los plomos, ni siquiera cuando se pone a la vez la lavadora, el horno, el lavavajillas... Puede ser que haya margen para contratar menos potencia de la que se paga.

Por horas

Una tarifa con discriminación horaria interesa cuando el 30% del consumo de luz se realiza en horario valle (desde las 22 horas hasta las 12; desde las 23 a las 13 en verano), por lo que sin esfuerzos adicionales contribuiría a ahorrar 80 euros al año.

La discriminación horaria está disponible tanto para los hogares que tienen contratada la tarifa regulada PVPC como para los hogares con una oferta en el mercado libre.

'Stand by'

Apagar todo lo que se queda en stand-by (teles, ordenadores, equipos de música...) significa ahorrar un 10% de todo lo que consumes. Para un consumo medio (3.500 kWh/año) esto son 52 euros de ahorro. La Organización de Consumidores y Usuarios pone a disposición del usuario una calculadora de consumo en stand by, con la que hacerse una idea de cuánto se gasta.

Aire, pegado a ti

Los sistemas de refrigeración, en zonas de sombra y bien ventiladas. Si se calientan, necesitan gastar el doble de energía para enfriar, lo que dispara el gasto. No cubrirlos con muebles o prendas porque dificultan la salida del aire y les obliga a trabajar con mayor esfuerzo.

Con moderación, pero si hay que usarlo se usa. Importa colocarlo en la zona donde menos le dé el sol. La luz solar representa el 20% del recibo de aire acondicionado. En el dormitorio, nunca sobre la cama y en las habitaciones grandes, en la pared más larga para conseguir una refrigeración uniforme.

Cuando estos aparatos se llenan de polvo, se obstruyen, por lo que consumen el doble y pueden averiarse. Para que no pase, hay que limpiar periódicamente los filtros del aire y realizar revisiones periódicas.

Lo mismo en el caso de los ventiladores, que producen una sensación de descenso de la temperatura de entre 3 y 5 grados, según estimaciones de Ecoembes, entidad que cuida del medio ambiente. Y, además, gastan un 90% de electricidad que el aire acondicionado. Pero para que refresque de verdad y se pueda aprovechar todo su potencial, hay que escoger con cuidado dónde colocarlo: el mejor sitio es al lado contrario de una puerta o ventana, ya que de ese modo se crea una corriente de aire que cruzará toda la habitación. Los de techo resultan también muy útiles para refrescar el ambiente y crean corrientes de aire que alejan el calor de la piel.

Cierra la puerta, que se escapa el gato

De nada sirve tener puesto el aire acondicionado si dejamos abiertas ventanas y puertas. De esa forma, el aire fresco se dispersará, convirtiendo el gasto energético en un sinsentido.

En penumbra

Cuando el calor aprieta se busca que la vivienda esté en penumbra, ya que da sensación de frescor sin tener que gastar energía ni dinero. Para lograrlo se deben bajar las persianas y correr las cortinas, cubrir los muebles con telas claras y ligeras, cerrar las ventanas y retirar las alfombras. Otro aliado es el toldo, que reduce hasta un 60% el gasto energético, según el IDAE.

Lavar en frío

El 90% de la energía que consumen las lavadoras es para calentar el agua. Los detergentes y lavadoras actuales permiten que incluso en agua fría la ropa salga de la máquina sin rastro de suciedad. Y, además, a baja temperatura los colores aguantan más tiempo y el tejido se estropea menos.

Menos cocinar

Quizás hayas notado que cuando cocinas en el horno eléctrico de casa, el calor aumenta y el verano no da tregua. Cuando esto pasa seguramente hagas trabajar más al aire acondicionado y el consumo de energía es mayor. Por ello, tal vez debas pensar en otras formas de cocinar, usar más el microondas para disminuir el tiempo de cocción y aprovechar el buen tiempo para cocinar al aire libre, por ejemplo. El resto de electrodomésticos, que sean eficientes. Para iluminar la terraza o el jardín, lo mejor es utilizar lámparas solares o luces fotovoltaicas que se cargan durante el día y no consumen electricidad.

Enfría el gaznate

Fresquito interior y exterior. Hidratarse por dentro rebaja la sensación de calor y no gasta. Bebidas refrescantes, el agua la que más, y platos como ensaladas, zumos, gazpacho o fruta.

Termostato

La temperatura interior de casa no debe bajar de 22°. Un termostato nos permitirá controlarla mejor y, por tanto, ahorrar, porque cada grado extra incrementa el consumo un 8 %.