Los aeropuertos españoles estrenan el lunes más desinfección y cámaras termográficas ocultas
En los propios aviones se instalarán controles sanitarios, con las cámaras para la toma de la temperatura corporal.
El gestor aeroportuario español, Aena, ya tiene el diseño de cómo serán los nuevos procesos seguros en los aeropuertos a partir del próximo lunes, que incluirán, entre otros, una desinfección mucho más profunda y tomas de temperatura con cámaras termográficas sin que el pasajero lo perciba.
Así lo ha detallado el presidente de Aena, Maurici Lucena, este jueves en la Cumbre Empresarial organizada por CEOE, sobre la “nueva etapa” que comienzan los aeropuertos desde el punto de vista de la seguridad sanitaria, tras el levantamiento del estado de alarma previsto para el próximo domingo y que dará por terminada la restricción a la movilidad.
En los aeropuertos y desde la semana que viene la gestión de las colas ante los mostradores de facturación y de acceso al embarque de pasajeros serán distintas, con aforos máximos, marcas para las distancias, carriles marcados por cintas de mayor serpenteo y pantallas.
Los pasajeros en vuelos internacionales deberán, asimismo, rellenar un formulario para que las autoridades tengan su “traza” en el caso de que sea necesario localizarlo si se produjese un contagio próximo.
En los propios aviones se instalarán controles sanitarios, con las cámaras termográficas citadas para la toma de la temperatura corporal.
El tráfico aéreo se desplomó en España hasta en un 95% solo en abril y más del 99% en mayo, según los propios datos de Aena. El presidente de Aena ha asegurado que “han sido los meses más duros de toda nuestra historia”.
Para Lucena, la enumeración de los “factores clásicos” de una recesión han afectado a la actividad de Aena.
Entre ellos, ha destacado las restricciones a la movilidad, que a su juicio “van a permanecer aunque sea de una forma parcial”; la pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias y de las empresas, un aumento de la tasa de ahorro por razones de precaución que resta presupuesto para el ocio y para volar, y el miedo a la enfermedad.