"A soluciones, problemas", por Marta Flich
La política de la destrucción necesita desgracias para que su existencia tenga sentido.
Que se tomen medidas para solucionar los problemas del país es un agravio para cierta política: la política de la destrucción, donde tiene que haber desgracias para que su existencia siga teniendo sentido.
Así que, a soluciones, problemas. Ya sea en la bajada efectiva de la factura de la luz, ya sea en la Mesa de Diálogo del Estado con Cataluña, o ya sea con la prórroga del escudo social, de la que algunos dicen estar en contra pero luego votan a favor. Porque a la hora de la verdad saben que, aunque digan que es una mierda, no lo es.
Así está el patio, y menos mal que no depende de los políticos que salga el sol. Porque si por algunos fuera, ni el sol veríamos.