7 motivos por los que Japón es el destino perfecto para las mujeres que viajan solas
Los japoneses son la amabilidad personificada.
Si eres una mujer que viaja sola, puede que Japón no sea el primer destino que te venga a la mente, y no por motivos negativos, sino precisamente porque no se habla lo suficiente de lo bien que acoge Japón a las turistas.
Las mujeres que viajan en solitario, especialmente si es su primera vez o no tienen mucha experiencia, optan probablemente por destinos mucho más convencionales, por donde han pasado muchas más viajeras antes que ellas y donde hay multitud de recursos a su disposición para planificar sus viajes. Por desgracia, no todos los lugares de Japón reúnen esas características para que una mujer independiente se anime a viajar allí, por lo que muchas veces acaba siendo descartado por una opción más "segura", como el Sudeste Asiático u otros países europeos.
Sin embargo, esas viajeras se pierden una gran oportunidad. No se trata solo de que los japoneses sean extremadamente educados y serviciales por naturaleza, sino que también disponen de muchas otras formas de hacer que una mujer que viaja sola se sienta cómoda en el país, como alojamientos y vagones de tren exclusivamente para mujeres.
Estas son las razones por las que Japón es un destino perfecto para las mujeres que viajan solas:
La gente deja lo que está haciendo para ayudarte
Si estás de turismo por Japón, basta con que te quedes mirando un mapa o pongas cara de confusión para que acuda alguien en tu ayuda. Y, cuando digo "ayudar", no me refiero solo a gesticular o señalarte la dirección en la que tienes que ir, sino que sacarán su teléfono móvil y utilizarán algún tipo de traductor para entender mejor lo que dices y, una vez entendido, se tomarán la molestia de acompañarte en persona adonde tengas que ir (o lo que haga falta para solucionar tu problema). A los japoneses les encanta interactuar con extranjeros, y aunque no todos hablan inglés, harán lo que esté en su mano para superar las barreras del idioma.
Los japoneses son la amabilidad personificada
En una megalópolis como Tokio, sería de esperar que todo fuera un caos y que el transporte público fuera inconcebible. En la mayoría de las grandes urbes del mundo, cosas tan básicas como subir al vagón o hacer fila pueden llegar a convertirse en una frenética disputa de las de clavar los codos en quienes te rodean. En Japón, es más bien al contrario. No hay empujones y cualquier colisión accidental va seguida de un sentido Gomen ne (Lo siento) o un Sumimasen! (¡Perdón!). Hacen fila de forma ordenada y esperan su turno para subir al transporte público, aunque implique tener que esperar al vehículo siguiente. Hay incluso trabajadores dedicados a dirigir y asegurar el orden en los andenes. Las reverencias son otro aspecto hermoso de la cultura japonesa, un gesto empleado para saludar y despedirse en señal de respeto.
La red de transporte es increíblemente eficiente
Atravesar el territorio japonés en un Shinkansen (los trenes bala nacionales) admirando el paisaje mientras disfrutas de una caja Bento (sus tan organizados tuppers) es una de esas experiencias que hay que vivir, y es que no hay mejor forma de ver el país. Aunque es uno de los sistemas ferroviarios más veloces y famosos del mundo, recorrer el país en un Shinkansen es muy asequible, ya que puedes comprar un bono que te permite viajar de forma ilimitada por todo el país durante un periodo de tiempo determinado. Por si fuera poco, ahora muchos trenes disponen de vagones solo para mujeres. El bono se puede comprar antes de salir de tu país y suele ser más barato para los turistas que para los japoneses. Puede resultar confuso y por ello hay empresas como Japan Rail Pass Now para facilitar el proceso.
A la hora de desplazarte por la ciudad, las tarjetas de prepago Suica y Pasmo hacen que ir en metro sea un paseo, y aunque los planos de metro de Tokio y Osaka parezcan intimidantes telarañas, hay mapas traducidos y todas las señalizaciones están en inglés para que la experiencia sea más sencilla.
A nadie le choca que viajes en solitario
Cuando viajas sola por primera vez, es comprensible que te sientas un poco nerviosa y cohibida, o que simplemente no quieras llamar la atención. Quizás pienses que en un país con una cultura tan distinta a la tuya, todo el mundo se te va a quedar mirando como si fueras un perro verde, pero nada más lejos de la realidad en Japón. La gente te mira con total normalidad y luego sigue con sus quehaceres.
Es habitual comer sin compañía
Deliciosas gyoza (empanadillas japonesas), okonomiyaki, guisos picantes al curri como el nabemono... La gastronomía japonesa es mucho más que el sushi y no tienes por qué avergonzarte por probar las delicias nacionales tú sola en un restaurante. En Japón, comer sin compañía está a la orden del día. Muchos restaurantes tienen habilitada una mesa comunal para que los que van a comer solos entren, se pongan las botas y se marchen. Jamás te sentirás observada ni darás lástima porque estarás siempre entre otros 7 u 8 comensales en tu misma situación.
Es un lugar muy seguro y todo el mundo es muy respetuoso
Según el Índice de Paz Global, Japón está entre los diez países más seguros del mundo. En Asia Oriental, sobre todo en Japón y Corea, hay un respeto básico que no existe en ningún otro lugar del mundo. Japón es increíblemente seguro, y no solo en cuanto a los índices delictivos del país. Por ejemplo, si estás en una cafetería y te vas al servicio o sales a la calle para hacer una llamada, puedes estar tranquila, porque cuando vuelvas, todas tus pertenencias estarán donde las has dejado.
En Japón se siguen normas de respeto y educación como mantener al mínimo el volumen del móvil cuando viajas en un transporte público o no tirar basura al suelo. Hay muy pocas papeleras en los lugares públicos y, pese a eso, no hay basura por el suelo. La gente va cargando con la basura que genera durante el día hasta que llega a casa porque siente un enorme respeto por su país.
Existen alojamientos solo para mujeres
En ocasiones, puede ser reconfortante para las mujeres que viajan solas alojarse en lugares exclusivamente para mujeres. Por suerte, en Japón abundan este tipo de establecimientos y hay multitud de opciones diferentes según las preferencias. Si viajas con un presupuesto reducido, puedes alojarte en un hotel cápsula solo para mujeres, y si eres una viajera con un presupuesto medio o alto, puedes optar por hoteles que han dedicado plantas solo para mujeres. Si lo que buscas es descansar y relajarte en unas fuentes termales o en un balneario, verás que también cuentan con separación por sexos para que nunca te sientas cohibida.
Melissa Douglas es una bloguera de viajes a tiempo completo que lleva 6 años recorriendo el mundo en solitario y que busca acabar con los prejuicios sobre las mujeres que viajan solas. Su blog es www.highheelsandabackpack.com.
Este post fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.