40 años de la crisis de los rehenes que rompió las relaciones entre Irán y EEUU
52 funcionarios estadounidenses estuvieron secuestrados durante 444 días después de que triunfase la Revolución y Washington diese asilo al sha
El asalto a la embajada de Estados Unidos en Teherán hace hoy 40 años y la toma como rehenes de 52 funcionarios estadounidenses durante 444 días condujo a una ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países que continúa hasta la actualidad.
Este suceso se produjo nueve meses después del triunfo de la Revolución Islámica de 1979 en Irán liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní y coincidió con el asilo otorgado en EEUU al último shá, Mohamad Reza Pahlaví.
Estos son los cinco episodios más destacados de la conocida como crisis de los rehenes (1979-1981):
1. El asalto
Tras varios días de manifestaciones frente a la sede de la embajada, el 4 de noviembre de 1979 cientos de estudiantes seguidores de Jomeiní irrumpieron en el recinto y capturaron a los diplomáticos, que fueron exhibidos con los ojos vendados y maniatados.
La idea de los estudiantes era en un principio realizar una sentada de tres días pero al no responder EEUU a sus demandas la crisis se prolongó durante 444 días. Ese largo periodo estuvieron cautivos 52 funcionarios estadounidenses.
Del resto de los presentes en la embajada en el momento del asalto, seis lograron escapar y refugiarse en la residencia del embajador de Canadá; trece mujeres y afroamericanos fueron liberados pocos días después al descartar Irán su vinculación con labores de espionaje; y otro, salió en julio de 1980 por estar enfermo.
2. Las demandas y las reacciones
Los estudiantes exigieron para liberar a los diplomáticos que Washington extraditara al shá para que fuera juzgado en Irán, en consonancia con las demandas de Jomeiní, que con esta crisis se consolidó en el poder al dimitir el primer ministro moderado, Mehdi Bazargan.
El 12 de noviembre, el entonces ministro iraní de Exteriores, Abolhasan Banisadr expuso que, además, las demandas incluían el cese de la injerencia de EEUU en los asuntos internos de Irán y el retorno de los bienes iraníes incautados.
El entonces presidente estadounidense, Jimmy Carter, rechazó ceder a las demandas, ordenó congelar los bienes iraníes en los bancos estadounidenses y, en abril de 1980, rompió relaciones diplomáticas con Irán e impuso al país un embargo comercial.
3. El primer rescate (de película)
El 28 de enero de 1980 escaparon de Irán los seis diplomáticos que lograron huir del asalto y que se refugiaron en la residencia del embajador canadiense. Este rescate fue posible gracias a la ayuda del Gobierno de Canadá y a la CIA.
La huida fue llevada a la gran pantalla por el director y actor estadounidense, Ben Affleck, cuyo filme Argo (2012) recibió varios premios Óscar, incluido a mejor película, y fue blanco de duras críticas por parte de Irán, que consideró que se había tergiversado la historia.
Los diplomáticos se hicieron pasar por un equipo de filmación canadiense y salieron de Irán con pasaportes canadienses, en una operación ejecutada por el entonces agente de la CIA Tony Méndez.
4. La operación fallida ‘Garra de Águila’
El Gobierno estadounidense intentó en abril de 1980 rescatar al resto de rehenes con una rápida incursión de fuerzas especiales en la embajada, pero la operación enfrentó problemas desde el inicio.
Tres de los ocho helicópteros enviados para la operación a un zona del desierto en el sureste de Irán sufrieron percances o se averiaron, por lo que la misión no pudo completarse.
En el momento de la retirada, uno de los helicópteros colisionó con un avión de apoyo, en un accidente en el que fallecieron ocho soldados estadounidenses, cuyos cuerpos fueron mostrados por la televisión iraní.
5. La solución
La muerte del shá en julio de 1980 y la invasión iraquí de Irán en septiembre de ese año propiciaron que la República Islámica se mostrara más dispuesta a hallar una solución a la crisis de los rehenes.
Entre noviembre de 1980 y enero de 1981, delegaciones de ambos países negociaron con la mediación de Argelia la liberación de los rehenes a cambio del desbloqueo de los activos iraníes en EEUU y de la no injerencia de ese país en los asuntos internos de Irán.
Las partes llegaron a un acuerdo y el 20 de enero de 1981 los 52 rehenes que permanecían en Irán fueron liberados y enviados a una base aérea en Alemania, desde donde volaron a Washington para ser recibidos como héroes.