Agolpados, sin distancia ninguna y sin mascarilla la mayoría de ellos en plena pandemia de coronavirus. Unos 25.000 jóvenes se citaron este viernes por la noche en la Ciudad Universitaria de Madrid para participar en un macrobotellón que se ha alargado durante la madrugada.
La Policía Municipal estuvo por la zona desde pasada la media noche hasta las 7:00 horas, “pero sin un aviso previo por parte de la Universidad y, por ello, sin el correspondiente operativo preparado”, aseguran.
Por eso, las labores de vigilancia y control se centraron en evitar incidentes, sobre todo en los viales y en el entorno del Metro.
La presencia de la Policía Municipal logró que las personas congregadas se fueran marchando, pero la ausencia de medios de trasporte a esas horas hizo que fuera de forma “muy lenta”. Hasta allí se desplazaron efectivos de la Unidad Integral de Distritos (en especial de Moncloa), las UCES, Secciones y la sección de Apoyo Aéreo (drones).
Las imágenes han indignado en redes:
La ciudad universitaria de Madrid reventar es una vergüenza me da asco compartir oxígeno con gente así de verdad pic.twitter.com/vlpDcMAT6S
Buenos días mundo Twitter, es sábado, esta noche/madrugada Ciudad Universitaria de Madrid, macro botellón, 25% de enfermos en UCI, gentuza que no es capaz de mover el culo por sus derechos, la ciudad de la puta loca. Que bonita ha quedado. 🤮pic.twitter.com/4QgRAVm4sR
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.