2023, un año de campaña electoral en bucle
Habrá elecciones municipales, autonómicas y generales, una presidencia española de la UE y hasta un posible juramento de la Constitución de la princesa Leonor
Ya se lo dijo Pedro Sánchez a los periodistas al concluir hace unos días la rueda de prensa en la que hizo balance del año y desgranó el nuevo paquete de medidas anticrisis. “Descansen, porque 2023 apunta a que va a ser intenso”, anticipó.
Y no miente. El recién iniciado año trae consigo un intenso ciclo electoral con una doble cita en el calendario: el 28 de mayo con las elecciones municipales y autonómicas y, presumiblemente, en diciembre con las generales. Dos convocatorias para las urnas que cambiarán por completo el mapa político español y que decidirán el devenir de muchos de los actores políticos actuales así como de los partidos que representan.
Tal como contaba este sábado Pablo Montesinos en El HuffPost, en Moncloa y Génova saben que el resultado de los comicios de mayo influirán en las generales provocando una percepción de fin de ciclo, si el PP se impone, o de continuidad, si al final el PSOE resiste.
En ambas formaciones reina el optimismo, aunque los dos principales partidos llegan muy desgastados. Pedro Sánchez ha vivido un otoño infernal al hacer frente a la reforma de los delitos de sedición y malversación, cambios en el Código Penal para desbloquear en el Poder Judicial, la tormenta aprobación de la ley trans y el conflicto jurídico derivado de la aplicación del “sólo sí es sí”. Y todo esto en un contexto de crisis económica derivada de la guerra en Ucrania y hasta sanitaria, con la pandemia del coronavirus dando quebraderos de cabeza en los últimos suspiros de 2022. Los estrategas de Moncloa han trabajado a fondo en estos últimos meses para intentar despejar la agenda del nuevo año de cualquier polémica anticipable. Confían en que la tormenta política desencadenada por la suma de estas decisiones se disipe con la entrada de 2023 y Sánchez haga bandera de la economía para sortear las encuestas en contra. Porque salvo el CIS, ningún otro sondeo sitúa al PSOE como fuerza más votada.
Claro que las distancias con el PP se han reducido de forma considerable desde que el ‘efecto Feijóo’ impulsara a los populares tras la marcha de Pablo Casado. Pero la gasolina no ha durado hasta las generales. Aunque el PP se mantiene primero en los sondeos, la brecha abierta con el PSOE se ha reducido de forma considerable en estas últimas semanas. La vulnerabilidad e ineficacia demostrada en sus ‘cara a cara’ con Sánchez en el Senado, sus continuadas torpezas dialécticas y los bandazos en materia económica han desdibujado en ocho meses su imagen de buen gestor y líder solvente. Feijóo debe confiar en su suerte en mayo para poder optar a la Moncloa, aunque toda entrada al poder parece estar condicionada a un acuerdo con Vox.
Y es que en la España fragmentada y multipartidista, la disyuntiva ya no es PSOE o PP. O Sánchez o Feijóo. La decisión está entre suma de izquierdas o gobierno de coalición PP-Vox. Claro que las muletas de ambos tampoco llegan en su mejor momento. Podemos también retrocede en las encuestas y tiene la amenaza de Yolanda Díaz en ciernes. Diferentes politólogos y analistas lo tienen claro: “ir separados sería una escabechina”. La posibilidad de que la actual ministra de Trabajo confronte con Irene Montero e Ione Belarra por el mismo espacio político podría arruinar las aspiraciones de gobernar de la izquierda. Y todo porque el sistema electoral castiga a los partidos que no superan el 12-15% de los votos. Por ejemplo, Más País ya privó a Unidas Podemos de cuatro escaños más en los últimos comicios. Aunque Podemos y Sumar estén condenados a entenderse, las inflamadas críticas de Pablo Iglesias a Yolanda Díaz y la indecisión de la vicepresidenta han hecho evidente que el acuerdo no será sencillo. La gallega no quiere lastres ni imposiciones a la hora de intentar el asalto electoral, mientras que Podemos lucha por la supervivencia de la marca y por obtener puestos destacados en las listas que puedan configurarse juntos. Y si en algo es experta la izquierda es en dividirse.
Por otro lado, Vox ha sufrido un 2022 bastante aciago. Consiguió en febrero tocar poder por primera vez al entrar en el gobierno de Castilla y León, pero la decepción en las andaluzas, la dolorosa salida de Macarena Olona y la desbandada de concejales que ha sufrido han erosionado al partido. Un sólo dato: 200 concejales de los 530 obtenidos en las elecciones municipales de 2019 están ya fuera de Vox. El último, el único representante que tenían en Oviedo. La crisis interna llevó en septiembre a Abascal a sustituir a Ortega Smith por Ignacio Garriga como nuevo secretario general de Vox, pero las encuestas no reaccionan. Vox mantiene con holgura la tercera posición, pero podría retroceder en cuanto a representación si hoy se celebraran elecciones. Eso sí, si son decisivos para que Feijóo pueda ser presidente del Gobierno, ya han anunciado que presionarán para formar parte del Ejecutivo. Aunque hasta ahora habían servido como muleta, su negativa a apoyar los presupuestos en Andalucía y en Madrid han dejado ver que están dispuestos a todo con tal de cumplir con sus reivindicaciones y alcanzar sus expectativas de poder.
Una situación más delicada es la de Ciudadanos, que prácticamente se juega su supervivencia en un contexto de división interna mientras de fondo sueñan melodías fúnebres. Este mismo de enero, los casi 8.500 afiliados que aún les quedan deberán decidir en un congreso extraordinario si optan por la línea continuista de Arrimadas o si se lanzan al vacío con Edmundo Bal. Salga lo que salga, el panorama de la formación naranja es desolador: han perdido todo poder autonómico en los dos últimos años, las encuestas para este 2023 son demoledoras y en apenas veinte meses han perdido casi el 80% de sus bases.
España presidirá el Consejo de la UE
El nuevo año también viene marcado por dos grandes compromisos: la presidencia española del Consejo de la UE durante toda la segunda mitad de año y la jura de la Constitución de la princesa Leonor. Será la quinta vez que España asuma el liderazgo en la Unión Europa y lo hará con la voluntad de que esta sea “la de la unidad europea” dado el complejo contexto actual provocado por la invasión rusa de Ucrania.
El Tratado de Lisboa considera que el país que preside debe garantizar la continuidad del programa de trabajo de la UE, planificar las reuniones de los ministros y de los grupos de trabajo formados por funcionarios que examinan la legislación de la UE en el seno del Consejo y organizar diversas reuniones formales e informales tanto en Bruselas como en el país que ostenta la presidencia rotatoria. Además, la presidencia negocia en nombre del Consejo Europeo para llegar a acuerdos en torno a los expedientes legislativos con las demás instituciones de la UE. La patata caliente de Ucrania, la crisis energética y la inmigración serán puntos fuertes a tratar durante su ‘gobierno’, en un contexto además de final de legislatura para Pedro Sánchez.
¿Una jura de la Constitución el 31 de octubre?
El calendario electoral de las generales también influirá en la jura de la Constitución de la Princesa Leonor. La primogénita de los reyes será mayor de edad el 31 de octubre. La Constitución Española, en referencia a este juramento en su Título II, de la Corona, defiende que “el príncipe heredero, al conseguir la mayoría de edad, y el Regente o Regentes, al hacerse cargo de sus funciones, prestarán el mismo juramento, así como el de fidelidad al Rey” (art. 61.2). Su padre, Felipe VI, juró la Constitución el mismo día de su 18 cumpleaños, aunque la Carta Magna no detalla que dicho acto solemne deba celebrarse precisamente ese día. Eso sí, el juramento sólo puedo hacerse ante unas Cortes que no se encuentren disueltas.
Desde Moncloa manejan el 10 de diciembre como fecha probable de las elecciones generales. Habitualmente, el presidente del Gobierno disuelve las Cortes 54 días antes de la fecha de las elecciones, pero también se puede dejar agotar el mandato de las Cámaras. Según el artículo 68.4 de la Constitución, ese mandato concluye cuatro años después de la elección de las Cámaras o el día de la disolución. Es decir, si no hay decreto de disolución, el mandato finalizará el 10 de noviembre de 2023, dado que las última generales fueron el 10 de noviembre de 2019. Esto permitiría a la Princesa Leonor jura el día de su 18 cumpleaños - el 31 de octubre - ya que si se opta por esta fórmula de convocatoria de elecciones por extinción del mandato de las Cámaras, “entre el 16 de octubre y el 10 de noviembre de 2023 las Cámaras mantienen todas sus potestades constitucionales”, según un informe del Consejo.
En todo caso, 2023 arranca con varias fechas en rojo en el calendario y, sobre todo, la incógnita de qué España quedará dibujada una vez que los españoles vuelvan a tomarse las uvas para dar la bienvenida al nuevo año. Un 2023 de emociones fuertes.