19-J: las claves de las elecciones andaluzas
De las encuestas favorables al PP al ascenso de la ultraderecha y el factor de la abstención de izquierdas.
El sur ya huele a urnas. Desde la medianoche de este viernes los partidos se lanzan a por el voto de los andaluces. El gran objetivo: la victoria el próximo 19 de junio, en unas elecciones adelantadas por Juanma Moreno y que removerán el tablero de la política nacional. Mítines, anuncios, eslóganes, debates… pero el futuro estará en las manos de los 6.641.828 votantes.
Estas son las claves:
Lo que dicen las encuestas
La actual Junta de Andalucía está formada en colación por el Partido Popular y Ciudadanos, que albergaron un pacto con el apoyo externo de Vox tras las elecciones de 2018. Por tanto, hay que partir de la fotografía de aquellos comicios: PSOE (33), PP (26), Cs (21), Adelante Andalucía (17) y Vox (12).
Las principales encuestas publicadas hasta ahora marcan una serie de tendencias: el PP se convertirá en la primera fuerza con una rotunda victoria, mientras que el PSOE se estancaría en un resultado similar a 2018 pero bajando a segunda posición. Vox podría llegar a doblar sus escaños, mientras que las izquierdas divididas bajarían. El gran batacazo será de Cs, que apenas podría arañar algún asiento en el Hospital de las Cinco Llagas.
Según el CIS publicado este mismo jueves, Moreno se llevaría la gran victoria (47-49), necesitando a Vox para la mayoría absoluta (17-21). El PSOE se quedaría con entre 32 y 36 diputados, entrando en el Parlamento Por Andalucía (9-10), Adelante Andalucía (2) y Cs (1-3). Podría hacerse un hueco Jaén Merece Más (0-1).
El barómetro del CENTRA, además, dibuja este panorama: PP (47-49), PSOE (31-32), Vox (21-23), Por Andalucía (5), Cs (1-2) y Adelante Andalucía (1). En el sondeo de 40db para El País y la Cadena Ser se hace esta proyección: PP (48), PSOE (33), Vox (18), Por Andalucía (7), y Adelante Andalucía (3).
La obsesión de la mayoría amplia de Juanma Moreno
El PP-A ha convocado las elecciones con el objetivo de hacer un Ayuso: ganar con una mayoría muy amplia cercana a la absoluta, que le permita gobernar en solitario y sólo depender de Vox desde el exterior. Las encuestas internas, según fuentes populares, les llegan a dar hasta cincuenta escaños en la Cámara. Juanma Moreno ha diseñado una campaña muy personalista, casi escondiendo las siglas del PP, para presentarse como un aspirante moderado, que ha calado bien en una sociedad tradicionalmente de centro-izquierda. Su obsesión es no dar miedo al votante progresista y arañar votos de los socialistas desencantados. Ha llegado a avisar de que si tiene que traspasar líneas rojas con la ultraderecha para pactar, estaría dispuesto a repetir las elecciones.
La gran pregunta de si entrará Vox en el Gobierno
La ultraderecha lo tiene claro: quiere formar parte del próximo Gobierno de Andalucía. Ya no se volverá a repetir la fórmula de Madrid. Si el PP necesita sus votos, los de Santiago Abascal exigirán la vicepresidencia y asientos en el Consejo de Gobierno. La apuesta es muy fuerte y se ha mandado a Macarena Olona, una de sus grandes estrellas. La campaña arranca con la polémica de su empadronamiento en Salobreña (Granada), pero en las encuestas no se refleja ningún desgaste. El PP rechaza, por ahora la fórmula, pero puede verse abocado a hacer como en Castilla y León. De hecho, dentro del PP hay temor a un efecto Mañueco: menos votos de los esperados y la obligación de ir a una coalición con la extrema derecha. Esta opción no gusta ni a Moreno ni a Alberto Núñez Feijóo, pensando en el desgaste que puede suponer un año antes de las generales.
El PSOE busca a 500.000 abstencionistas
El PSOE-A ha sido siempre el alma del socialismo español, la federación más potente acostumbrada a ganar. Esta vez llega con un escenario adverso, a pesar de haber renovado su dirección y su proyecto. Debutará como ‘número uno’ Juan Espadas, el alcalde de Sevilla. Lleva bajo el brazo su fama de gran gestor, pero sus formas tranquilas no han despertado gran pasión entre la izquierda. Los socialistas tienen una misión: lograr que los cerca de 500.000 votantes progresistas que se quedaron en sus casas en las anteriores elecciones salgan a votar por ellos. El equipo actual cree que a su favor jugará la potentísima maquinaria electoral que tienen y el poder municipal (el 60% de la comunidad tiene alcaldes socialistas). Pero también existe la preocupación de que los andaluces todavía sientan que deben castigar otros cuatro años al PSOE tras los casos de corrupción y la demoledora etapa de Susana Díaz.
Lo que pueden suponer a nivel nacional
Las elecciones andaluzas tienen un fuerte componente nacional: se trata de la comunidad más poblada y la que aporta más diputados al Congreso. Se trata del primer gran examen electoral del PP con Alberto Núñez Feijóo al frente de Génova 13 y los populares lo quieren aprovechar como el inicio de un cambio de ciclo político. Después llegarán las municipales y autonómicas de mayo de 2023, con el colofón final de las generales de diciembre del año que viene. En el PSOE dan por hecho que no habrá un buen resultado, pero creen que no se puede extrapolar. Además, un Gobierno entre el PP y Vox en el sur podría servir para movilizar al electorado progresista de cara a las siguientes citas. Pero los rumores se disparan también de que un mal dato podría llevar a Pedro Sánchez a hacer cambios en su Gobierno para encarar las próximas citas con las urnas.
El primer laboratorio para Yolanda Díaz
La cita del sur es el primer experimento de lo que quiere hacer Yolanda Díaz de cara a las próximas elecciones generales. Se logró a última hora, y tras un vodevil, una lista de frente amplio de izquierdas, bajo la marca de Por Andalucía. La candidata era la preferida por Díaz, Inmaculada Nieto, que viene de Izquierda Unida y no de Podemos. Después de las andaluzas tiene previsto iniciar la gallega su famoso proceso de escucha, que podría acabar bajo la marca de Sumar. Pero también estos días crecen las tensiones con las familias más ortodoxas de Podemos, por lo que no está todavía garantizado que la vicepresidenta segunda sea la candidata. Andalucía ha sido el primer gran laboratorio, un primer paso en el que mirarse, pero no será la fórmula exitosa que se planea para las generales.
Qué preocupa a los andaluces
Todo está en manos de los más de seis millones de votantes de Andalucía. Y en qué piensan. Andalucía es una comunidad con un clima político muy propio, donde no operan las mismas variantes que a nivel nacional. En estas elecciones, el principal problema, según la encuesta de 40db, es la inflación (65,8%), por delante del paro (64,5%) y la economía en general (59,7%). Y al contrario que en el resto de España, la corrupción sigue en un puesto muy alto -el cuarto- como preocupación de los andaluces (56,1%).
En la encuesta del CIS, el orden de los problemas para los andaluces es: el parto (62,2%), la sanidad (26,1%), la crisis económica (19,3%), la educación (14,6%) y los problemas de la calidad del empleo (10,1%).