16 años y Guantánamo sigue ahí
Hoy, 11 de enero de 2018, se cumplen 16 años de la apertura del centro de detención de Guantánamo. Nuevamente tenemos que conmemorar este triste aniversario que preferiríamos no haber tenido que marcar nunca en el calendario. Un total de 5844 días de injusticia. Guantánamo sigue siendo el símbolo de las graves violaciones de derechos humanos que permanecen impunes, incluidas la detención arbitraria, la detención secreta, la tortura y otros malos tratos, las entregas extraordinarias y los juicios injustos.
Entre sus rejas han permanecido recluidos 779 hombres desde su apertura y ahora mismo 41 siguen allí. La mayoría de ellos (31) siguen sin cargos ni juicio, mientras languidecen en detención indefinida sin que esté claro qué les deparará el futuro. Casi la mitad de los detenidos que están todavía en Guantánamo estuvieron recluidos, antes de ser trasladados a la base, en el programa de detención secreta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El propio Guantánamo fue utilizado por la CIA como "lugar negro" durante 2003 y 2004. La desaparición forzada y otras formas de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes eran parte integral de este programa de la CIA y nadie ha respondido ante la justicia por estos hechos a pesar de la gravedad de las violaciones de derechos humanos infligidas a estos y otros detenidos.
Entre los 41 hombres que permanecen todavía detenidos allí, varios de ellos llevan años esperando a abandonar la base naval a pesar de haber recibido la autorización del gobierno estadounidense para salir. Entre ellos es paradigmático el caso de Toffiq al-Bihani, ciudadano yemení que espera ser transferido desde 2010, cuando las autoridades estadounidenses autorizaron su salida de la base. Bihani fue uno de los detenidos torturados por la CIA antes de llegar a Guantánamo a principios de 2003 y nunca ha recibido cargos ni se ha enfrentado a un juicio.
Todo empezó entre 2001 y 2002 cuando fue detenido en Irán, lejos de cualquier zona de conflicto activo. Las autoridades lo entregaron a personal estadounidense en Afganistán en marzo de 2002, donde sufrió tortura y otros tratos inhumanos y degradantes. Permaneció en una instalación en la que tanto él como otros detenidos fueron ocultados a la Cruz Roja hasta que otro preso informó de su presencia allí. Pasó cinco meses en aislamiento en otra instalación, antes de pasar a custodia de la CIA en octubre de 2002. Una historia muy parecida a la del resto de los 779 detenidos.
A pesar de las circunstancias a las que se ha tenido que enfrentar durante todos estos años de detención sin cargos ni juicio, sus abogados dicen que conserva el buen humor y su amabilidad, pero ¿cuántos años más tardará el gobierno de Estados Unidos en sacarle de allí?
Hace más de una década desde que el Comité contra la tortura de Naciones Unidas indicó a los Estados Unidos que la detención indefinida sin cargos ni juicio en sí misma viola la Convención contra la tortura de la ONU. Los motivos de preocupación por las violaciones de derechos humanos en Guantánamo siguen intactos. La impunidad ante las violaciones de derechos humanos cometidas allí y en otros centros de detención en terceros países sigue siendo total.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que el gobierno de Estados Unidos cierre Guantánamo, ponga fin a la detención indefinida y cumpla sus obligaciones internacionales de derechos humanos? Mientras siga habiendo personas detenidas en Guantánamo, el 11 de enero es una fecha que en Amnistía Internacional no vamos a olvidar.