10 hábitos presentes en todas las relaciones tóxicas
Cuidado, puede que las señales no sean tan evidentes como crees.
Una relación no se vuelve tóxica de un día para otro. Los malos hábitos se van construyendo con el tiempo y, en ocasiones, los miembros de la pareja ni siquiera se dan cuenta de que se está desgastando la relación.
¿Cuáles son los comportamientos más dañinos para las relaciones? A continuación se incluyen 10 hábitos que, de acuerdo con expertos en relaciones, están presentes en este tipo de parejas.
1. Son excesivamente críticos el uno con el otro
"En una relación tóxica existe un tono constante de crítica y tensión. Las personas sienten que nunca son suficientes para su pareja. Afirman que van con pies de plomo para evitar las críticas. Este comportamiento se origina ya en el seno familiar: si una persona ha sido educada por padres excesivamente críticos y han sido testigos de esta actitud en repetidas ocasiones, ya están acostumbrados a las críticas. Además, estas personas están predispuestas a provocar el mismo tipo de toxicidad en generaciones venideras". ― Bonnie Ray Kennan, psicoterapeuta.
2. No tienen identidades separadas
"No tener aficiones, intereses y opiniones individuales es señal de que una relación es demasiado cerrada. Las personas en este tipo de relaciones tienden a sentir mucha incertidumbre respecto a su relación, y cualquier separación, por pequeña que sea, se percibe como una amenaza. A fin de aliviar esa ansiedad, deciden fusionarse y convertirse en una sola persona. Esto implica que las diferencias de opinión derivan en catástrofes. Irse a tomar algo con los compañeros de trabajo puede ser motivo de discusión. Estos comportamientos, por otra parte, también pueden ser señales de que la relación es abusiva o excesivamente controladora". ― Amy Kipp, terapeuta de pareja y familiar.
3. Apenas tienen amigos fuera de su relación
"Los miembros de las relaciones tóxicas a menudo esconden información sobre su relación a las personas que les importan. Por tanto, les resulta muy complicado pasar tiempo con amigos como hacían antes de tener pareja. Las personas controladoras y celosas suelen ser muy críticas con los amigos de sus parejas y no les gusta que esta pase tiempo con otras personas". ― Marie Land, psicóloga en Washington, D.C.
4. Construyen muros entre ellos
"Evitar la comunicación y la conexión con tu pareja constituye un hábito especialmente peligroso y conduce a una sensación de aislamiento y soledad. La comunicación es una carretera de doble sentido y la falta de conexión es fruto de un comportamiento distante y evitativo de las parejas. Resulta complicado sentirse vulnerable cuando la pareja se cierra en banda, de igual forma que es complicado ser compasivo si la pareja no quiere hablar de lo que le preocupa". ― Alicia H. Clark, psicóloga.
5. Tienen una mentalidad competitiva
"Cuando el objetivo de una discusión es conocer quién tiene razón en lugar de intentar resolver el conflicto o escucharse mutuamente, resulta muy complicado encontrar una solución. Los problemas se van apilando uno encima de otro, aumentando las probabilidades de que la pareja vuelva a enzarzarse en una nueva pelea. La falta de trabajo en equipo en la pareja acarrea consecuencias muy negativas para la relación". ― Kipp
6. Ambos sienten ansiedad
"Las personas con altos grados de ansiedad por separación son susceptibles a mantener relaciones tóxicas. Estas personas no paran de preguntarse si su pareja les quiere o si les va a dejar en algún momento, lo cual genera un caldo de cultivo perfecto para las discusiones por falta de confianza o celos. En las relaciones, las personas ansiosas a menudo permanecen encerradas en esos hábitos y sus problemas empeoran debido a su actitud excesivamente dependiente o exigente". ― Land
7. No se apoyan mutuamente
"Uno de los motivos por los que nos emparejamos es para ayudarnos el uno al otro. Es maravilloso saber que puedes contar con alguien cuando las cosas se complican. En situaciones difíciles es cuando de verdad se pone a prueba una relación. Brindar nuestro apoyo en el momento adecuado refuerza el vínculo de las parejas. Sin embargo, en el caso de las relaciones tóxicas, las parejas no se apoyan mutuamente, no ofrecen su ayuda en el momento adecuado, lo cual crea una cultura de decepción, soledad y, con el tiempo, rencor. Estas personas construyen un escudo para protegerse de la decepción que les provoca el otro y finalmente se rinden y pierden la esperanza". ― Kennan
8. Uno o ambos miembros de la pareja tienen baja autoestima
"Es posible que las personas que mantienen una relación tóxica tengan mucha seguridad y autoestima al principio. No obstante, tratar a una persona mal puede suponer un batacazo para suya propia y hacerle sentir que se encuentra en una relación en la que no es suficiente para su pareja. Cuando una persona tiene baja autoestima se siente más vulnerable. Puede que no se dé cuenta en un primer momento de que no se merece que su pareja le trate mal o le critique continuamente". ― Land
9. Intentan controlarlo todo
"Las relaciones en las que las parejas intentan controlar a la otra persona son tristes y tóxicas. Una de las recompensas de la vida adulta es la libertad de poder elegir cómo nos comportamos. En un matrimonio, los esposos deben ser capaces de confiar en el sentido común del otro. Cuando no disponen de esa confianza (y, en ocasiones, aunque sí que la tengan), invierten mucho esfuerzo en controlar el comportamiento de la otra persona. En lugar de controlarse mutuamente, las parejas deberían aprender a negociar y llegar a acuerdos". ― Kennan
10. Juegan a echarse la culpa el uno al otro
"Echar la culpa siempre a tu pareja de los conflictos es el primer paso para que se sienta frustrado y estancado. Cuando no se comparte la responsabilidad ante las adversidades y se culpa continuamente a una persona, es imposible que no surja cierto resentimiento. Exigirle a tu pareja que cambie y criticarle por no hacerlo al ritmo que te gustaría es tóxico. Si piensas que tu pareja a menudo es una fuente de problemas, puede que tu relación no vaya por buen camino". ― Clarke
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.