10 cosas que nadie te cuenta sobre el sexo después de dar a luz
Aunque hayas tenido un parto sin complicaciones, reajustarte a todos los cambios físicos y emocionales por los que pasa tu cuerpo lleva su tiempo.
Cuando tienes un bebé, tus conocidos hacen fila para darte consejos sobre la lactancia, los pañales sucios y las noches sin descanso. Sin embargo, las conversaciones sobre el sexo posparto son, en el mejor de los casos, escasas.
Muchos proveedores de la salud recomiendan evitar el sexo con penetración durante al menos seis semanas después de dar a luz para darle tiempo al cuerpo a curarse, independientemente del tipo de parto. Pasado este tiempo, llegará una revisión médica en la que tus médicos te darán luz verde para retomar el sexo y el ejercicio.
Aunque hayas tenido un parto sin complicaciones, reajustarte a todos los cambios físicos y emocionales por los que pasa tu cuerpo lleva su tiempo. La madre y escritora Gracie X explica que le sorprendió lo “destrozada” que se sentía después de dar a luz.
“Tardé seis semanas en sentirme ‘normal’ con pantalones, y eso que tuve un parto vaginal muy rápido”, recuerda. “También sentía que estaba en un estado hormonal alterado, casi como si tuviera un cuerpo nuevo y completamente distinto, con los pechos inflamados, sin apetito sexual e hipersensible”.
En muchas ocasiones, muchas de las mujeres que reciben la luz verde del médico para volver a practicar sexo tras el parto siguen sin tener la más mínima gana de hacerlo. De hecho, según una encuesta de 2019 en Motherly, el 38% de las madres tardaron entre 6 y 12 meses en volver a mostrar interés por el sexo, en contraste con el 11% de ellas que dijeron haber tenido ganas de retomar el sexo antes de recibir la aprobación del médico. Al final, está claro que cada persona es un mundo.
Pero es que aunque no seas tú quien ha dado a luz, practicar sexo después de tener un bebé puede suponer un esfuerzo indeseado. Por el hecho de estar cuidando a un pequeño humano, ambos miembros de la pareja probablemente sufran falta de sueño y estrés, al tiempo que tienen que aprender sobre el nuevo cuerpo y las hormonas cambiantes de la persona que ha dado a luz.
La edición británica del HuffPost se ha puesto en contacto con varias madres para conocer su experiencia sexual tras dar a luz.
Las respuestas aparecen editadas por motivos de claridad y concisión.
“El sexo después de tener a mi bebé era algo incómodo. Cuando mi médico me dio luz verde, yo no tenía miedo, pero lo sentí diferente. No fue malo ni doloroso, simplemente diferente. Con el tiempo, empecé a identificar las diferencias. Por ejemplo, me notaba más seca ahí abajo. Necesitaba más preliminares para empezar a lubricar”. — Chelsie Washington, presentadora del podcast Weird Mom.
2. Es habitual que el sexo duela al principio, pero mejora con el tiempo
“¡Duele! Por muy preparada que me sintiera, no lo estaba. Después de dos partos vaginales en 12 meses, las cosas no volvieron a ser iguales ahí abajo. Posturas que antes me gustaban y me resultaban cómodas ahora me dolían. Tuve que aprender a ser paciente, y mi marido, igual. Lo bueno es que la cosa mejora mucho con el tiempo”. — Tonya Gooch Mann, @thepostpartumeffect.
“La mayoría de las personas saben que no conviene hacer grandes esfuerzos cuando te han hecho la cesárea, pero también hacen falta entre seis y ocho semanas para que tu abdomen se recupere antes de volver a tener sexo. Yo tenía muy pocas ganas. Mi cuerpo aún se estaba recuperando de una operación importante y, al mismo tiempo, estaba ocupándome de un recién nacido. El sexo era lo último en mi lista de prioridades. Estaba agotada a todas horas”. — Melissa Campos, @mommothermama.
4. Los juguetes sexuales son tus nuevos mejores amigos
“Mi esposa tuvo dos embarazos duros, y en el primero de ellos perdimos a nuestra hija. Cuando mi esposa estaba embarazada de cuatro meses con nuestro segundo bebé, decidimos adoptar. Antes de lo que esperábamos, nos llamaron por un bebé que necesitaba un hogar y que ahora es nuestra hija. Nuestro hijo nació cinco meses más tarde. Fue casi como si hubiéramos tenido mellizos, ya que solo se llevaban seis meses de diferencia.
Entramos en modo supervivencia y el sexo pasó a ser lo último en lo que queríamos gastar nuestras energías. Menos mal que teníamos vibradores. Cada vez que mi mujer necesitaba un orgasmo, iba a su mesilla y le acercaba el aparato” — Nic R., @lezzimomof2 en Twitter y copresentadora del podcast Redefining the Rainbow.
“Pasé 6 semanas después del parto sintiéndome lo menos sexy del mundo. En gran parte fue por la carga física que le suponía a mi cuerpo la lactancia. Me sentía como una vaca y lo último que quería era que alguien tocara mi cuerpo. Por suerte, tengo una pareja comprensiva y paciente que nunca me presiona para ir más allá de mi zona de comfort. Descubrimos formas de intimar mediante la comunicación”. — Gina McMillen, ilustradora en @ginsasdrawingclub.
“Cuando te estimulan sexualmente, es fácil que te empiece a gotear leche de los pezones. Dependiendo de la postura, puede ser incluso un chorro de leche directo a la cara de tu pareja. Ahora hay que acostumbrarse a más fluidos que antes”. — Katie Brunelle, @katiezoeb en Twitter y copresentadora del podcast Redefining the Rainbow.
“Eché mucho de menos sus tetas. Durante la lactancia, las tetas quedaron prohibidas para mí. No tenía ni idea de cuánto las echaría de menos”. — Nic R.
Pensaba que después de tener un bebé, el sexo sería aburrido, pero después de haber pasado por algo tan intenso con mi marido, hacer el amor es algo mucho más apasionado y consciente. Nuestro bebé duerme con nosotros, así que tenemos que ser creativos a la hora de buscar sitios. Nos sentimos muy traviesos cuando lo hacemos en algunas partes de casa donde normalmente no lo haríamos. También me he dado cuenta de que, después de un parto vaginal, algunas posturas me gustan más. Eso es algo que no me esperaba para nada”.— Lina Forrestal, madre, bloguera y presentadora de The New Mamas Podcast.
“Normalmente me gusta tomar un vino y una cena para entrar en calor. Me gustan las insinuaciones y los juegos previos al sexo, pero con un recién nacido, no puedes hacer muchos planes. Si hubiera esperado el momento perfecto, quizás aún no habría vuelto a tener sexo”. — McMillen.
“Puedes decir ‘no’ al sexo. Queremos mucho a nuestras parejas y queremos que estén felices y satisfechas, pero si tu cuerpo aún no se ha recuperado después de empujar afuera a todo un ser humano, o si estás agotada o si no tienes ganas, aparca el sexo por una temporada. Las cosas volverán a la normalidad. Hasta entonces, normalizad la masturbación en vuestra relación”. — Brunell.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.