Empieza la Liga (sin signos de admiración)
No me negarán que este año se nos presenta la Liga menos atractiva de los últimos años. Ya desde hace más de tres temporadas, no existe más duda que saber si es Barcelona o Madrid el que se lleva el gato al agua.
Hace apenas una semana, me quejaba yo del final de los Juegos Olímpicos de Londres, uno de esos eventos que no quieres que se acabe nunca. Alguien intentaba consolarme con una frase: "¡Pero ahora empieza la Liga!" Lejos de animarme, el recuerdo del comienzo del campeonato doméstico me sumió un poquito más en mi tristeza deportiva.
Porque no me negarán que este año se nos presenta la Liga menos atractiva de los últimos años. Ya desde hace más de tres temporadas, no existe más duda que saber si es Barcelona o Madrid el que se lleva el gato al agua. El dinero de las teles abrió una brecha inalcanzable entre ambos y resto de equipos. Esto, sumado al ingente esfuerzo de algunos medios de comunicación en convertir el campeonato doméstico en una cosa de dos, a veces hasta extremos que rozan la idiotización, ha convertido nuestra Liga en dos al mismo tiempo: La que juegan Barça y Madrid y la que juega el resto.
Otros años, por lo menos, nos entreteníamos en agosto con los fichajes de los grandullones. Pero este ni eso. La crisis aprieta. Del Barça sólo destacamos al bravo Jordi Alba, que siendo de L'Hospi y habiendo pasado por La Masía tampoco es que sea un fichaje muy, como dicen los analistas deportivos viejos, de campanillas. Al parecer vendrá también el camerunés Song, que por muy raro que lleve el pelo, tampoco es que vuelva loco al personal. En la acera de enfrente, llevan casi todo el verano para fichar a Luka Modric, un tipo que es bastante bueno, pero que no es galáctico. Y viendo que por Santi Cazorla ha pagado el Arsenal menos de 20 millones de euros, los 40 que pide Daniel Levy, el astutísimo presidente del Tottenham, parecen un pelín exagerados para el croata.
El resto de equipos, demasiado han tenido con quedarse, Virgencita, como están. Los que han podido, digo, porque el Málaga se ha quedado hecho unos zorros (y yo me pregunto por qué los jeques que invierten en el fútbol español no son como los del Manchester City, o los del PSG...). El Athletic de Bilbao, si se confirman las salidas de Llorente y Javi Martínez, lo va a pasar mal. El Atlético de Madrid de mis entretelas ha tenido que vender a un puñado de jugadores para mantener a Falcao, Arda y Adrián (como el chiste del que vendió el coche para comprar gasolina)...
Y es que por cierto, la Liga española pierde estrellas y grandes promesas, porque no todo es CR y Messi. Este año hemos perdido a Borja Valero, a Santi Cazorla, a Álvaro Domínguez, probablemente a Fernando Llorente y a Javi Martínez... todos internacionales.
Y por si fuera poco en este ambiente deprimente, llega la LFP con su total despropósito de horarios. ¿Sabía usted que si quiere, puede comprobar no sólo el día, sino también la hora de los partidos de la Premier League, por lo menos toda la primera vuelta (y comprar una entrada) en este mismo momento? Pues aquí no sólo somos incapaces de ello, sino que además, los horarios parecen puestos mal a propósito. En las tres primeras jornadas de Liga habrá partidos a las ¡23 horas! (aquí sí pongo signos de admiración). Pero no sábado, sino también domingos y lunes. Estupendo para crear afición en los niños. Y no sólo porque entrarían en el campo a las 23 horas, sino porque saldrían sobre la 1 de la madrugada. Una vergüenza y un escándalo. Pero como somos la mejor liga del mundo y tenemos a Ronaldo y a Messi, pelillos a la mar.
No sé ustedes, pero yo creo que voy a intentar alargar un poco más mis recuerdos de Londres 2012.