Una naviera alemana pone la zancadilla a Valencia y sus naranjas con su puente de Marruecos
El objetivo es saltarse el Puerto de Valencia y evitar el pago del impuesto europeo ETS.
La empresa alemana de transporte marítimo de mercancías Hapag-Lloyd ha dado un paso más en la senda iniciada por la danesa Maersk con su "puente de Marruecos". El objetivo común de las dos navieras es saltarse el Puerto de Valencia y evitar el pago del impuesto europeo ETS, según el medio Economía Digital.
Este impuesto, según agrega el mismo medio, se logra sortear al descargar las mercancías en el puerto marroquí de Tanger Med antes de que lleguen a su verdadero destino. El caso de Hapag-Lloyd tiene, además, relevancia porque el servicio que ofrecen está focalizado en el transporte de naranjas de Sudáfrica con destino a Europa.
La naviera explica que para este reparto de la naranja a partir de mayo, cuando naranjas, mandarinas y limones del hemisferio sur compiten con las cultivadas en Europa, su centro de distribución se ubicará en Marruecos. "A partir de este año, desde finales de mayo hasta septiembre, prepárese para la conectividad perfecta de nuestro Citrus Loader de temporada, con salidas semanales desde Durban y el Cabo Oriental durante la temporada alta de cítricos", señalan.
"Este servicio respaldará nuestro compromiso a largo plazo con el mercado de exportación de Sudáfrica, cubriendo las necesidades estacionales durante 2024 y los próximos años", agregan, según el mismo medio, dejando claro su estrategia a largo plazo.
Los impuestos que se pagan por el Emissions Trading System (ETS) se calculan según las millas navegadas por la mercancía cuando llega a un puerto europeo, según explica el mismo medio, de forma que se encarece el producto más lejano beneficiando al local. Al transportar las naranjas desde Durban y el Cabo Oriental (Sudáfrica) hasta Tanger Med (Marruecos), el pago no existe creándose una nueva realidad.
Hapag-Lloyd lo explica como la forma de atender a "todos los destinos finales en el Norte de Europa, el Mediterráneo y la Costa Este de Estados Unidos y Canadá". El medio especializado, sin embargo, señala otra diferencia sustancial: el nivel de exigencia que tienen los controles en el Puerto de Valencia, zona productora de naranjas, frente al resto de puertos europeos y, especialmente, respecto a los puertos que no forman parte de la Unión Europea.