Un histórico aliado de Rusia se apunta a las sanciones a Putin
Bulgaria era el único miembro de la UE que contaba con una exención para importaciones por vía marítima, el principal método de entrada de crudo en el país.
Bulgaria ha dejado de importar petróleo ruso, poniendo fin de forma anticipada y voluntaria a su exención al embargo petrolero de la Unión Europea (UE) contra Rusia como sanción a la invasión de Ucrania.
Esta medida cumple con una decisión tomada por el Parlamento búlgaro a finales del año pasado, que también incluía la interrupción desde el 1 de enero de la exportación de productos petrolíferos procesados en Bulgaria a partir del crudo adquirido de Rusia.
Histórico aliado de Rusia, el país balcánico era, antes de 2022, casi completamente dependiente de las importaciones de gas y petróleo de Moscú.
Bulgaria tenía permiso hasta el 31 de diciembre de 2024 para no aplicar las restricciones aprobadas por la Comisión Europea y era el único miembro de la UE que contaba con una exención para importaciones por vía marítima, el principal método de entrada de crudo en el país.
Sin embargo, en un acto de solidaridad con Ucrania, el Gobierno de Bulgaria, formado por conservadores y liberales, decidió terminar esta exención de manera anticipada.
En diciembre, tras intensos debates, el Parlamento búlgaro aprobó un cronograma que estipula la reducción de las importaciones a la mitad a partir del 1 de enero, a un 25 % desde el 1 de febrero y la suspensión total a partir del 1 de marzo.
Esta decisión tiene un gran impacto en el país, ya que Bulgaria cuenta con una única refinería, propiedad del gigante ruso Lukoil, que suministra casi la totalidad del combustible del país. Lukoil, que posee la refinería Lukoil Neftochim Burgas -la más grande del sudeste de Europa-, anunció el 5 de diciembre su intención de vender todos sus activos en Bulgaria, incluyendo almacenes de petróleo y una amplia red de gasolineras.
Según el Centro de Estudio de la Democracia, una ONG, Bulgaria importó un total de 43 millones de barriles de crudo ruso durante 2023, con un valor de aproximadamente 2.900 millones de dólares. La agencia Reuters informó en enero que Bulgaria estaba reemplazando las importaciones de petróleo ruso con crudo de Kazajstán, Irak y Túnez.
El impacto es sensible también en Rusia, que depende de sus exportaciones de petróleo y de su industria energética, los pilares sobre los que se ha sostenido hasta ahora pese a las sanciones internacionales. Representan alrededor del 30% de los ingresos presupuestarios del país y financian la guerra en curso en Ucrania, además.
Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo y representa más del 12% de la producción mundial de petróleo crudo, según Statista.