Un banquero compra una mina por 2 millones de euros y desentierra un tesoro de 37 mil millones

La historia protagonizada por un exbanquero estadounidense, de nombre Randall Atkins, es de esas que todo el mundo quisiera vivir. El norteamericano adquirió una mina de carbón antigua y abandonada en el año 2011 por un precio de cerca de dos millones de dólares, sin saber que su valor era infinitamente superior.

La mina, ubicada en Wyoming, Estados Unidos, fue comprada por Atkins sin ni siquiera haberla visitado, por lo que desconocía completamente qué podía esconder en sus profundidades. Sin darle mayor importancia, el banquero estaba ante una mina repleta de las denominadas como tierras raras no convencionales, y tras ser evaluada y analizada por investigadores, se concretó que su valor podía ascender hasta los 37.000 millones de dólares.

Según explicó el propio Atkins, cuando compró la mina, "no sabía la diferencia entre tierras raras y monedas raras", pero los análisis realizados arrojaron luz y confirmaron que en la mina había metales raros como neodimio, disprosio, terbio o praseodimio, fundamentales para desarrollar vehículos eléctricos o turbinas eólicas gracias a sus propiedades únicas.

Descubrimiento estratégico

Tras conocer esta información, la empresa de Atkins, Ramaco Resources, comenzó a extraer muestras más grandes para continuar con análisis adicionales. En caso de confirmarse las estimaciones, podría tratarse de la primera mina de tierras raras localizada en EEUU desde el año 1952.

Este hecho supuso un cambio total en la forma de trabajar de su compañía, que hasta entonces se dedicaba a la extracción de carbón para la industria siderúrgica. Este hallazgo puede suponer un antes y un después para EEUU en este mercado, ya que el país norteamericano está compitiendo con China por el suministro de estos minerales críticos.

Curiosamente, China prohibió hace unos meses la exportación de minerales como el galio y el germanio, utilizados para sistemas de misiles, siendo algunos de los que se encontraron en la mina de Wyoming, por lo que la trascendencia del descubrimiento podría ser aún mayor, ya que este mercado actualmente, se encuentra en un momento de crecimiento global.