Transportes encarga un estudio para adaptar la AP-6, AP-51 y AP-61 al fin de los peajes
Con ello se busca adaptar las infraestructuras viarias al previsible aumento de la demanda en caso de su liberalización al término del contrato de concesión.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha adjudicado por 895.097 euros, IVA incluido, la redacción del estudio informativo para definir las actuaciones que se deben llevar a cabo en las autopistas AP-6, AP-51 y AP-61, a su paso por Madrid, Ávila y Segovia, a un escenario sin peajes.
Con ello se busca adaptar las infraestructuras viarias al previsible aumento de la demanda en caso de su liberalización al término del contrato de concesión, que finaliza el 19 de noviembre de 2029, y a partir del cual estas autopistas pasarán, previsiblemente, a ser gestionadas directamente por el Ministerio sin cobro de peaje al usuario, según ha indicado en un comunicado.
El ámbito de actuación del estudio se extenderá a lo largo de los 115 km de longitud del trazado de dichas autopistas de peaje en las provincias de Madrid, Ávila y Segovia.
¿Qué se analizará en el estudio?
El estudio deberá determinar tanto el tipo de actuaciones (remodelación de enlaces, implantación de nuevos enlaces, ampliación de áreas de servicio o instalación de nuevas, aparcamientos de vialidad invernal, pacificación de travesías, etc.) como sus características (tipología de enlaces, características geométricas, etc.).
Y es que con el fin de los peajes es previsible que estas autopistas capten tráficos de otras carreteras gratuitas, en particular de la N-6, N-110 y N-603, además del posible aumento del tráfico inducido por la reducción del coste generalizado del transporte.
Asimismo, Transportes ve conveniente estudiar la instalación de Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) para mejorar la explotación conjunta de la AP-6/N-6, AP-51/N-110 y AP-61/N-603, sobre todo en caso de incidencias.
Otras actuaciones: adecuación para ciclistas y peatones
Otras actuaciones que podrían contemplarse en el estudio tendrían que ver con la adecuación de algunos tramos para su uso por parte de usuarios vulnerables como peatones o ciclistas, dada la previsión de que estos tramos sólo soportarán tráficos locales.
Si se hace efectivo el fin de los peajes en esta tres autopistas, se sumarían así a otras liberalizadas cuyos contratos de concesión han ido expirando desde 2018: AP-1 Burgos – Armiñón; AP-4 Sevilla – Cádiz; AP-7 Alicante – Valencia – Tarragona; AP-7 Tarragona – Barcelona y AP-2 Zaragoza – Mediterráneo.