Telefónica y Vodafone unen fuerzas para declarar la guerra del colapso de datos a Amazon y Netflix
Telefónica y Vodafone comienzan a ver los resultados de las pruebas con Meta.
El tráfico de datos se ha convertido en una preocupación creciente para las operadoras de telecomunicaciones. Empresas como Telefónica y Vodafone están sintiendo la presión de la creciente demanda de datos, impulsada en gran medida por los gigantes de los servicios digitales, conocidos como las Big Tech, entre los que se encuentran Amazon y Netflix.
Estas compañías de telecomunicaciones han iniciado una batalla para reducir el tráfico de datos que generan estos gigantes digitales. El objetivo es evitar el colapso de sus redes, que están siendo sometidas a una tensión constante.
Telefónica y Vodafone han comenzado a trabajar con Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, para reducir el volumen de datos que estas aplicaciones emiten sobre sus redes. Han llevado a cabo experimentos en las redes 4G y 5G, tanto en España como en Reino Unido, con el objetivo de reducir el flujo de tráfico de datos, especialmente de vídeo.
El resultado ha sido una reducción significativa del tráfico de red para estas aplicaciones. Según informa Expansión, la reducción lograda con las nuevas tecnologías que Meta ha aplicado se sitúa en el orden del 20%. Esto puede suponer una reducción de entre el 3% y el 5% en el tráfico total, un ahorro considerable para las operadoras.
Pero la batalla no se limita a las redes sociales. Las operadoras también están intentando reducir el volumen de datos que emiten los grandes grupos de streaming de TV como Netflix, Disney+, Max o Amazon Prime Video. Para ello, están trabajando en la inclusión de un nuevo sistema de compresión de video e imágenes, denominado AOMedia Video 1 o simplemente AV1, que puede ahorrar entre un 25% y un 30% del tráfico proporcionando la misma calidad.
Sin embargo, aunque algunas empresas, como Meta, se han mostrado dispuestas a colaborar, otras no parecen tan interesadas. Además, las operadoras se enfrentan al desafío de convencer a los fabricantes de los procesadores de los móviles, como Qualcomm o Mediatek, para que incluyan el codec AV1 en los chips que equipan a los smartphones.