El supermercado que saca su cesta barata con productos sanos pero ‘feos’
El objetivo es ofrecer alimentos baratos a los consumidores y, a su vez, evitar el desperdicio.
La inflación sigue asfixiando a los hogares españoles. El principal problema reside en el coste de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que se ha incrementado en febrero un 16,6% en comparación con el mismo mes del año pasado.
Por ello, Eroski anunció la pasada semana La cesta que enamora, que incluye más de mil productos entre los que se incluyen lácteos, verduras, frutas, aceite, arroz, pastas, legumbres, frutos secos o pescado a precios competitivos.
Y ahora, la cadena de supermercados Lidl ha adoptado una medida parecida. Su nombre es Bolsa antidesperdicio y se basa en un pack que se vende por tres euros que contiene frutas y verduras que, o bien no cumplen con los estándares estéticos convencionales pero siguen siendo totalmente aptas para su consumo, o forman parte de envases que han sufrido algún tipo de desperfecto sin dañar la calidad del producto.
Tal y como ha destacado la compañía en un comunicado, gracias a esta iniciativa la cadena de supermercados ha logrado dar salida a más de 20.000 kilogramos de frutas y verduras al ser implementada durante las últimas semanas en las más de 30 tiendas de Canarias. Por ello, tras el éxito cosechado, ha decido desplegar esta iniciativa en el resto de sus tiendas de España.
“El lanzamiento de la Bolsa antidesperdicio es una medida que pretende incentivar la compra de frutas y verduras todavía aptas para su consumo. Tras el éxito de Canarias estoy convencida de que nuestros clientes del resto del país también acogerán esta iniciativa de forma muy positiva”, ha expresado Michaela Reischl, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Lidl España.
En paralelo al lanzamiento de esta Bolsa antidesperdicio, Lidl ha estado testeando en las Islas Canarias otras acciones para continuar reduciendo el desperdicio de alimentos que, tras su éxito, también se ha puesto en marcha por el resto del país. Se trata de la venta de panes del día anterior con un 50% de descuento; la aplicación de un segundo descuento (50%) en el último día de caducidad así como del 30% en su surtido de congelado y seco.