Renfe reacciona al golpe de Iryo y OUIGO
La compañía ferroviaria lanza un plan para competir en el mercado de alta velocidad y mejorar sus resultados.
Renfe ha respondido a la creciente presión de sus rivales en el sector de la alta velocidad, Iryo y OUIGO, con un ambicioso plan de eficiencia. Este programa busca generar un “impacto inmediato” en el negocio de la operadora estatal, en un esfuerzo por mantener su competitividad en un mercado cada vez más liberalizado y marcado por una feroz competencia de precios.
La compañía ha logrado reducir sus pérdidas en un 18,6% en los primeros ocho meses de 2024, pasando de 41,5 millones a 33,7 millones de euros. Al mismo tiempo, ha incrementado su resultado bruto de explotación (Ebitda) un 13,5%, alcanzando los 207 millones de euros. Estas cifras reflejan la eficacia del “Plan para la Generación de Valor y Mejora de la Eficiencia”, cuyo objetivo es mejorar la competitividad de Renfe y aumentar su Ebitda en 28 millones de euros para 2024.
El plan contempla 46 iniciativas comerciales, de las cuales el 72% ya están en marcha. Estas medidas han permitido a la operadora ferroviaria mejorar su posición en el mercado, a pesar de la presión de los nuevos competidores en el sector de alta velocidad, que han captado una parte importante de los viajeros desde su llegada a España.
Mejoras en la rentabilidad y reducción de pérdidas
Renfe Viajeros, la división encargada del transporte de pasajeros, ha sido clave en la recuperación de la compañía. En los primeros ocho meses del año, ha conseguido elevar sus ingresos un 3%, alcanzando los 2.464,5 millones de euros. Esta mejora ha sido impulsada por las medidas de eficiencia activadas, que hasta la fecha han aportado un incremento de 12,7 millones de euros al Ebitda de Renfe.
El grupo de revisión creado para supervisar el desarrollo del plan de eficiencia se reúne mensualmente para analizar su progreso. Hasta ahora, Renfe ha logrado un 46% del objetivo de aumento del Ebitda anual gracias a las iniciativas desplegadas en todos los corredores de alta velocidad. Este esfuerzo refleja la necesidad de la compañía de adaptarse rápidamente a las nuevas dinámicas del mercado, donde la competencia ha transformado el panorama de la alta velocidad en España.
A pesar de los buenos resultados obtenidos hasta ahora, Renfe sigue ajustando sus estrategias para adaptarse a los cambios en el mercado y responder a la competencia de operadores como Iryo y OUIGO, que han introducido precios más competitivos y servicios diferenciados. Hasta la fecha, 33 de las 46 medidas previstas por Renfe ya están activas, y se espera que las restantes entren en funcionamiento antes de acabar el año. El reto para Renfe no es solo mejorar su rentabilidad, sino también consolidar su posición en un mercado que, con la liberalización del transporte ferroviario, es más exigente.