Recórd de turistas no se traduce en un otoño fácil
Teniendo en cuenta que España es un país de sueldos bajos y altísimos impuestos, la situación de cara al otoño se complica aún más y el lujo transmuta.
El verano prometía, prometía mucho. Han llegado millones de turistas a España, pero el turista patrio, el español, ha reducido tanto la duración de sus vacaciones como el gasto.
Según el INE, el gasto total de los turistas internacionales que visitaron España en junio fue de 10.606 millones, un 17,5% más que en junio de 2022. El gasto medio diario aumentó un 7,9% y se situó en 188 euros. Pero el dato fue flor de estufa, la inflación eleva los precios y por lo tanto el gasto y la facturación, pero esto no significa que las empresas del sector ingresen más. Más bien todo lo contrario, la subida de costes e impuestos ha provocado el cierre de decenas de pequeños hoteles y restaurantes familiares por España.
La inflación es el talón de Aquiles de las familias españolas. La subida de las hipotecas está afectando de forma transversal a las economías familiares, pero no solo eso está mermando su poder adquisitivo. Las facturas del hogar (suministros) y la subida de la cesta de la compra supone de media este año unos 10.500 euros de gasto fijo para cada familia. Teniendo en cuenta que España es un país de sueldos bajos y altísimos impuestos, la situación de cara al otoño se complica aún más y el lujo transmuta.
Lujo ahora es comprar aceite para cocinar, fruta y verduras, y carnes y pescado fresco. A ello se le une el impacto que puede tener en otoño la sequía en los cereales y los costes energéticos. Durante este verano hemos visto subir el precio de los carburantes y del gas natural, preludio de lo que puede pasar en otoño.