El placer de una mesa bonita
Esta temporada Eugenia Martínez de Irujo rebusca en el cajón de sus orígenes inspiración andaluza para crear coloridas vajillas que recuerdan a los azulejos sevillanos.
“Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible”. Esta cita célebre de Plutarco me sirve para reflexionar sobre uno de los placeres de los que más podemos disfrutar los seres humanos, la comida.
En los últimos tiempos comer también se ha convertido en un drama. Entre los precios de los alimentos, el poco tiempo y la fast-food parece que sentarse a la mesa y disfrutar del almuerzo o la cena es una especie de ensoñación, una cosa de “otra época”.
Reivindiquemos el momento de la comida, ese tiempo de disfrutar de lo que nos gusta o de hacerlo bonito. Por bonito ya se entiende lo clásico: un mantel, servilletas de tela, cubertería, cristalería, vajilla… Reencontrarnos con el gusto de comer disfrutando de la belleza que rodea al ritual.
En ese momento una se encuentra con la nueva colección de Eugenia&Sushita. Para esta temporada Eugenia Martínez de Irujo rebusca en el cajón de sus orígenes inspiración andaluza para crear vajillas coloridas que recuerdan a los azulejos sevillanos. La vajilla transporta a la tranquilidad del patio andaluz, el rumor de la fuente, los rojos de los geranios y al azul añil.
Y no solo eso, también nos ofrece la colección 'Animales de África', la otra gran pasión de Eugenia: piezas inspiradas en la colección de pintura que presentó hace ahora dos años. Estos platos le dan un toque original y poco convencional – como es ella— a la mesa. Por ejemplo, las rayas de inspiración cebra en una vajilla clásica que rompe con el aburrimiento de la porcelana tradicional. El ribete de oro de los platos además ilumina la vajilla.
La alianza entre Eugenia y Sushita nace, como todo lo que hace Eugenia Martínez de Irujo, de la amistad y la confianza. Sushita es una de las empresas del sector de la restauración más exitosas de los últimos años en Madrid. Además es la primera empresa en la elaboración de fusiones culinarias imposibles que dan un resultado sencillamente inolvidable. La calidad de sus productos, la decoración de sus establecimientos y el cariño de sus empleados es abrumador.
La colaboración entre la hija de la duquesa de Alba y la cadena de restaurantes rememora todos esos valores de la empresa familiar y eleva el placer de “recibir” o sencillamente el placer de disfrutar de la comida.