Lego se equivoca con sus piezas ecológicas
La compañía danesa retira una de sus medidas estrella para que sus juguetes sean más respetuosos con el medio ambiente.
El mayor fabricante de juguetes del mundo, Lego, despidió 2022 con excelentes noticias para sus inversores: un beneficio de 1.852 millones y la apertura de 155 nuevas tiendas hasta superar las 900 en todo el mundo. Sin embargo, a pesar del éxito, la multinacional danesa se enfrenta a un desafío monumental: reducir su huella ambiental en un sector donde el plástico es esencial. Esto se traduce en la necesidad de encontrar alternativas sostenibles para sus icónicas piezas de colores.
Hace dos años, la empresa danesa introdujo un prototipo de material fabricado a partir de botellas de plástico reciclado (RPET) con la esperanza de reemplazar el acrilonitrilo butadieno estireno (ABS) que se utiliza en aproximadamente el 80% de sus piezas. Sin embargo, este intento no ha dado el resultado que se esperaba.
Según el consejero ejecutivo de Lego, Niels Christiansen, en una entrevista con el Financial Times, el RPET ha demostrado ser más costoso de procesar y, lo que es más importante, tiene una huella ambiental más grande que el ABS. Esto se debe a que actualmente se necesitan 2 kilogramos de petróleo para producir 1 kilogramo de ABS. Las piezas de ABS son conocidas por su resistencia y durabilidad, en comparación con las frágiles piezas de RPET, que a lo largo de su vida útil acumulan más emisiones y requieren la extracción y el procesamiento de otros materiales, lo que aumenta aún más el consumo de energía.
Además, la empresa se dio cuenta de que adoptar el RPET requeriría una renovación completa de su cadena de producción en sus fábricas, lo que aumentaría aún más su huella de carbono, una revelación que consideraron "decepcionante".
Entonces, ¿cómo planea Lego cumplir su objetivo de eliminar el 20% de los plásticos derivados del petróleo de sus juguetes para 2030? Su estrategia se centra en hacer que el ABS sea más sostenible gradualmente, incorporando materiales biodegradables y reciclados a su composición. Además, buscan concienciar a los consumidores sobre la importancia de la reutilización en lugar del reciclaje.
Lego está dispuesto a asumir que su inversión en sostenibilidad ambiental, que se triplicará hasta alcanzar los 430 millones de dólares para 2025, probablemente afectará sus márgenes de beneficio en los próximos años. La empresa se enfrenta a un desafío crucial mientras busca equilibrar su éxito comercial con su responsabilidad ambiental en un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y la sostenibilidad.