Las rebajas fiscales de la energía no llegarán a 2024
El Gobierno en funciones comunica a Bruselas un plan para poner fin a las ayudas por la guerra de Ucrania pese al contexto inflacionario de la economía.
Las medidas de alivio fiscal puestas en marcha por el Gobierno para contrarrestar los efectos que ha tenido la guerra de Ucrania sobre los precios de la energía no llegarán a 2024. El Ejecutivo, según El País, comunicará a Bruselas que suprimirá el paquete de ayudas aprobadas y en las que se incluían la reducción de impuestos en la factura de la luz, el fortalecimiento del bono social térmico y eléctrico, la disminución del IVA en el gas y en los alimentos básicos, así como otras ayudas destinadas a los hogares vulnerables y el sector del transporte. Tan solo mantendrá la bajada del IRPF y la gratuidad de los trenes de cercanías.
A pesar de la preocupación que esta decisión pueda tener a corto plazo sobre los precios -la inflación repuntó al 2,6% en agosto, pero la subyacente sigue moderándose- el Gobierno no alterará el calendario previsto en los decretos aprobados hasta ahora para poner fin a estas ayudas. Esta medida supondrá un aumento en la recaudación de impuestos, pero también podría contribuir a un aumento del precio de la energía. Todo, en un contexto inflacionario como el actual.
El Banco de España ha advertido que los precios energéticos podrían experimentar un aumento del 25% interanual en la primavera, en parte debido a la retirada de estas medidas. Esto podría representar alrededor de un tercio del aumento previsto en la inflación para el próximo año, que se estima en un 4.3%.
La retirada de estas medidas se debe en parte a las exigencias de Bruselas de volver gradualmente a la estabilidad fiscal después de los gastos extraordinarios causados por la pandemia y la guerra en Ucrania. Se espera que el próximo año se restablezcan las reglas fiscales, lo que significa que las medidas extraordinarias deberán retirarse.
El Gobierno ha comunicado a Bruselas su compromiso de reducir el déficit este año al 3,9% del PIB y de recortarlo en nueve décimas adicionales en 2024, alcanzando así el objetivo del 3% establecido por las reglas fiscales europeas. De no lograrlo, el país podría enfrentar las consecuencias de un procedimiento por déficit excesivo.