La vida soñada de esta profesora rusa que no se habría cumplido sin la Golden Visa
"España era nuestro objetivo y obtener ese permiso de residencia era fundamental", dice Liudmila, que ejerce de profesora de psicología en Moscú.
Liudmila, que ejerce de profesora de psicología en Moscú, y su esposo, un médico que también reside en la capital rusa, han conseguido gracias a la Golden Visa hacer realidad uno de sus sueños. Después de diez años ahorrando y una firme determinación, la pareja decidió abandonar Rusia e invertir en una nueva vida en España.
La Golden Visa, el programa al que el Gobierno quiere ponerle fin y que permite obtener permisos de residencia a los extranjeros que inviertan más de medio millón de euros en propiedades españolas, fue un factor crucial en la realización de su sueño. "Si no hubiera sido por esta visa, nunca habríamos comprado esta casa en Marbella. España era nuestro objetivo y obtener ese permiso de residencia era fundamental", dice Liudmila a Diario Sur.
Después de visitar Marbella por primera vez en 2013, la pareja se quedó encantada con la ciudad. Sin embargo, fue en 2021 cuando tomaron la decisión de comprar un adosado de tres dormitorios por el que pagaron algo más de 510.000 euros. Un año después, a pesar del reto que representaba no saber ni una palabra de español se mudaron a la Costa del Sol. Tras dos años aprendiendo el idioma hasta alcanzar el nivel B1, Liudmila y su familia se han integrado en la comunidad. De hecho, su hija "está feliz" estudiando un colegio del municipio malagueño.
Aunque Liudmila continúa trabajando como profesora de psicología -online en Rusia-, planea homologar su título y seguir con su carrera en la provincia de Málaga. "Me encanta la vida de Marbella, sus playas y sus montañas, y el poder ir de un sitio para otro sin grandes atascos. Aquí nuestro sueño se ha hecho realidad", asegura al citado medio. Sin embargo, el anuncio de que el Gobierno estudia cómo eliminar la Golden Visa plantea dudas a aquellos que compartían el mismo sueño que ella y su familia. Aunque el proceso no fue demasiado complicado, el cambio podría frenar a muchos otros aspirantes.
El caso de Liudmila es solo uno de entre los muchos extranjeros que han convertido a Marbella en un destino codiciado para inversiones inmobiliarias de alto valor con el fin de obtener la residencia. Expertos en migración señalan que, durante los últimos diez años, la Costa del Sol ha atraído a inversores rusos, árabes e israelíes, muchos de los cuales han invertido sumas significativas, superando incluso los dos o tres millones de euros.