La patente de Talgo por la que se pelean en Europa

El consorcio húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) entregó este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España el aval bancario de casi 620 millones de euros (619.301.070) de la opa sobre el fabricante de material rodante español Talgo, según fuentes próximas a la operación.

El documento fue entregado en el plazo estipulado de siete días hábiles desde la presentación a la CNMV, el pasado 4 de abril, para solicitar la autorización de la opa a Talgo, dirigida al 100% de su capital por un importe total de 619,3 millones de euros y a un precio de 5 euros por acción.

La operación está sujeta a aprobación por el Gobierno español una vez recibido el informe preceptivo, aunque no vinculante, de la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), un órgano en el que participan diversos ministerios españoles pilotado por la Secretaría de Estado de Comercio, que dispone de tres meses para su evaluación.

El pasado 22 de marzo, el grupo húngaro solicitó al Gobierno de España la autorización a esta entrada de capital extranjero. Se trata de una operación que, en principio, no cuenta con el respaldo de Ejecutivo español, porque entiende que Talgo es un operador estratégico, con una tecnología única en el mundo y que desempeña un papel fundamental en el transporte ferroviario.

Es precisamente su teconología única lo que hace atractivo a Talgo en el resto de Europa. Todo pasa por sus patentes, según resalta Diario SUR, ya que la compañía tiene registrada una tecnología propia de cambio de ancho de vía automático que convierte a sus trenes en la única solución capaz de adaptarse a cualquier red ferroviaria y superar las fronteras.

La compañía, fundada en 1942, ha hecho del cambio de ancho automático una de sus señas de identidad. En 1968 dio el salto internacional con el primer viaje entre Madrid y París sin trasbordos gracias a esta tecnología que han exportado a decenas de países de todo el mundo, según explica el mismo medio. 

"Esta ventaja competitiva de Talgo es muy golosa para una empresa húngara porque le permitiría aumentar el tráfico comercial con países del este, como Ucrania, la tercera potencia ferroviaria europea solo por detrás de Alemania y Francia", señala al diario Fernando Alarcón, director de El Orden Mundial. Ademas, destaca el "evidente interés" de Hungría por posicionarse en el mercado ferroviario tanto de mercancías como de pasajeros y la razón principal por la que Magyar Vagon se ha fijado en Talgo.

Esta es, precisamente, la misma por la que el Gobierno español tiene un gran recelo a que se lleve a cabo esta operación. "El Gobierno argumentará problemas de seguridad nacional y protección de patentes para intentar parar la OPA, pero no creo que le funcione porque es una operación comercial ajustada a la libre competencia", afirma.