La esperanza europea se enfrenta a la quiebra
La sueca Northvolt era la gran esperanza frente a los fabricantes chinos de baterías. Ahora, sin embargo, se enfrenta a una crisis financiera.
La sueca Northvolt era la gran esperanza frente a los fabricantes chinos de baterías. Ahora, sin embargo, se enfrenta a una crisis financiera. Northvolt Ett Expansion, filial de Northvolt AB, que estaba gestionando el proyecto de ampliación y construcción en su planta de Skelleftea (Suecia), se ha declarado en quiebra, según explica el fabricante de baterías en un comunicado este martes.
Después de que el fabricante de baterías, que atraviesa dificultades financieras, detuviera la expansión de las operaciones en su fábrica sueca como parte de una revisión estratégica y de operaciones en septiembre de 2024, Ett Expansion, ha presentado una solicitud de quiebra ante el Tribunal de Distrito de Estocolmo. La solicitud se ha presentado debido a la situación financiera de la filial del fabricante.
Sin empleados directos, la filial del fabricante, situada en el norte de Suecia, ha explicado que a partir de ahora, todos los contactos con Ett Expansion AB serán gestionados por el síndico de la quiebra.
Esta unidad Northvolt había sido responsable de triplicar la capacidad prevista en la gigafábrica del grupo en el norte de Suecia, pero su junta directiva canceló el proyecto el pasado mes. Northvolt, no obstante, señala que Ett Expansion AB es una de las más de 20 entidades diferentes que forman parte del Grupo y la solicitud de quiebra no se relaciona con ninguna de las otras entidades legales.
"De cara al futuro, el Grupo Northvolt está concentrando sus recursos en acelerar la producción en la fabricación de celdas a gran escala dentro de la primera fase totalmente construida de Northvolt Ett y en cumplir los compromisos con sus clientes del sector de la automoción", señala la empresa.
El fabricante de baterías en crisis
Northvolt ha enfrentado en las últimas semanas una reestructuración de su negocio ante la falta de liquidez, su deuda, y las dificultades en la producción de baterías que ha anunciado.
La semana pasada, BMW descartó inyectar más dinero en el fabricante sueco de baterías ante la crisis de liquidez en la que se encuentra la compañía desde hace meses provocada por la caída de ventas de vehículos eléctricos y la desaceleración del sector automovilístico europeo.
Una semana antes, los acreedores del grupo se reunieron de emergencia para valorar el futuro del proceso de financiación de la compañía, que ahora queda en manos de la decisión que tomen Volkswagen y Goldman Sachs Asset Management tras la retirada del grupo BMW de la nueva ronda para levantar capital.
La empresa escandinava ha disparado la deuda por encima de los 13.400 millones de euros en los últimos años en su intento por crear una cadena de suministro independiente de vehículos eléctricos para Europa. De cancelar esta vía de liquidez, los bancos se arriesgan a perder la inyección realizada hasta el momento.
El objetivo de Northvolt en estos momentos es ser capaz de acceder a un préstamo verde -concedido únicamente para desarrollo de proyectos sostenibles- de cerca de 4.500 millones de euros, con el objetivo de emplearlos en la reducción de pasivo y en fortalecer las posibilidades de supervivencia de la compañía.
1.600 despidos
La quiebra de la filial del fabricante de baterías es otro movimiento más para lograr salir de la crisis financiera que enfrenta el grupo y que se suma al anuncio en las últimas semanas del recorte en una quinta parte su plantilla -1.600 despidos- tras la suspensión de varios planes de expansión.
Asimismo, a pesar de que en Skelleftea será la localidad que más sufra los recortes de plantilla -un millar de empleos-, el grupo informó de que recortará otros 400 puestos de trabajo en Västeras, donde los programas y la expansión se ralentizarán en Northvolt Labs.
La financiación de Northvolt, hasta ahora, estaba respaldada por un volumen de pedidos valorados en más de 49.300 millones de euros procedentes de fabricantes como Volkswagen o BMW, pero los problemas de producción y la escasa demanda de vehículos eléctricos han privado a la empresa de esos ingresos tras la cancelación de varios pedidos por parte de las automovilísticas.