La compra emocional: cómo detectar este círculo vicioso de gastos y detenerlo
A veces se utiliza como una vía de escape al estrés.
Mucho se ha hablado de las compras compulsivas, pero dentro de ellas hay una función muy relacionada, el apartado sentimental de aquellos que se lanzan sin pensarlo.
En ocasiones, ya sea por los problemas de estrés o salud que tengan, hay que gente que trata de hacerle frente y darse un capricho, aunque no se lo puedan permitir.
Algo que, sumado a préstamos o créditos al consumo, pueden ser un cóctel peligrosísimo para todos. Y tiene mucho que ver con la situación en la que se encuentre ese comprador.
En un artículo en Life Hacker, la terapeuta financiera Lindsay Bryan-Podvin asegura que el objetivo no debe ser el de evadirse con compras compulsivas, sino hacer frente a esos problemas para intentar abordarlo de una forma más cómoda.
La experta ha explicado que hay cuatro "hormonas de la felicidad", la oxitocina, la dopamina, la serotonina y las endorfinas. Y asegura que, para detener ese gasto emocional, se puede satisfacer las necesidades sin compras de por medio.
La experta ofrece algunas ideas que poco tienen que ver con esta práctica. Entre ellas, destacan salir a caminar, cocinar, meditar o ver programas o series que suelen ser del agrado de dicha persona.