Jaque mate a Tupperware
La situación económica de la icónica marca de las fiambreras.
Una de esas marcas con tanto potencial que llegó a bautizar con su nombre al producto con el que innovaron. Se trata de Tupperware, el gigante de las fiambreras de plástico, que representó un modelo de negocio brillante y tuvo años esplendorosos de gran expansión, pero que acabaron lastrándose por una serie de factores recogidos en un análisis publicado por el digital El Economista.
Tomando como punto de partida la idea del comerciante Earl Tupper que tuvo durante su etapa en la compañía química Dupont. Tras haber fracasado, en plena Gran Depresión, en su intento de sacar adelante su propia empresa de jardinería, el emprendedor descubre algunos de los avances en materiales como el poliéster, poliamida o neopreno. Descubre así las propiedades de la escoria de polietileno, un producto de desecho de proceso de refinación de petróleo, del que se halla una forma de convertirlo en un material duro pero flexible, ligero y lo más importante, no es tóxico.
Efectivamente, es el material que permitió crear las míticas fiambreras y envases para guardar comida. No obstante, cuando crea su propia empresa, Tupper Plastic, orienta el producto a espacios para guardar cigarrillos y jabón. Hasta que no lo reorienta a la comida y en 1946 crea el sistema de tapas herméticas, su invento no tiene salida. Se crea así el producto conocido como Tupperware, que comercializa en tiendas minoristas sin un gran éxito, ante el desconocimiento del público.
La clave del éxito: el modelo de Wise
La cosa cambia cuando Brownie Wise entra en la ecuación y da pie a un modelo de negocio que ha sido objeto de estudios en universidades. Esta mujer divorciada con un hijo que mantener era una gran vendedora que ya comercializaba productos de limpieza con un formato innovador.
Reunía a grupos de mujeres en sus propias casas, en reuniones en las que se mostraba en directo el funcionamiento del producto, unos eventos que adquirieron incluso gran relevancia como acto social y fueron denominadas 'Fiestas Tupperware'. De hecho, el éxito fue tan grande que se llegaron a retirar los productos de las tiendas físicas y Wise fue nombrada vicepresidenta y responsable de dirección de ventas.
No obstante, en 1958, Wise fue despedida de la compañía sin recibir acciones y con un pago de 30.000 dólares que equivalía a un año de salario. Por su parte, Earl Tupper vendió su empresa a Rexall Drug por 16 millones de dólares de forma paralela. Murió en 1983 unos meses antes de que caducase la patente.
Con todo, fue en la década de los 60 cuando Tupperware vivió sus mejores momentos, con la internacionalización de la empresa y el desembarco de las fiestas tupperware en el mercado británico. En 10 años lograron vender sus fiambreras en toda Norteamérica y en Europa, un avance que en los 90 también alcanzó América Latina, Rusia, Europa del Este...
En caída
Según el mencionado análisis de El Economista, en el siglo XXI las cosas no le han ido muy bien a Tupperware. Redujo su potencial internacional cerrando delegaciones en países como Reino Unido, Holanda o Israel, pero la irrupción y expansión del comercio digital chocó con modelos como el de la 'fiesta tupperware' que no tienen el mismo calado entre las nuevas generaciones y sociedad actual.
También se recoge en la citada información que durante el tiempo de la pandemia de la COVID-19, la firma registró un repunte de ventas que se vio truncado por las restricciones y política covid cero de China, con gran peso en la cadena de suministros de materias primas. En 2022 anunció que había reducido su plantilla de vendedores en casi un 20% y desde ese verano ha reestructurado su deuda dos veces, abriendo la puerta a una tercera.
Según El Economista, hay riesgo de no tener una liquidez adecuada a corto plazo y, hace unos días, las acciones de la compañía cayeron cerca de un 50%, después de emitir un profit warning, confirmando que ha contratado asesores financieros para hacer frente a desafíos a corto plazo. Más tarde, el valor de los títulos tuvo una leve recuperación, pero la caída es de más del 60% desde el inicio de 2023.