A la hora de realizar la declaración de la renta, hay muchos aspectos que pueden ocasionar dudas al contribuyente. Uno de ellos, que aunque no es complicado, sí que es fundamental, tiene que ver con mantener los datos personales bien actualizados.

Esto es un factor muy importante, ya que la veracidad de la información es algo clave para la Agencia Tributaria. Uno de ellos tiene que ver con la dirección del domicilio fiscal del contribuyente, que debe permanecer actualizado y acorde a la realidad bajo cualquier concepto.

Así lo recoge la Ley General Tributaria (Ley 58/2003), en la que se define el domicilio fiscal como "el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la Administración Tributaria". Por ello, es obligatorio notificar a la Hacienda pública de si se ha producido un cambio en dicha residencia.

En ese caso, será necesario modificar la referencia catastral del nuevo domicilio, que se puede obtener mirando en el buscador de catastro, simplemente introduciendo la calle y el número de la vivienda.

De hecho, no indicar de forma correcta el domicilio fiscal en la Declaración de la Renta, puede acarrear una sanción de hasta 250 euros, tal y como especifica el artículo 199 de la Ley General Tributaria. En él se expone que dicha multa tiene lugar en casos de "declaraciones cenales incompletas, inexactas o con datos falsos".

Para ajustarse a la legalidad, el arrendatario (alquilado) tendrá que indicar el número de identificación fiscal (NIF) del arrendador, y si se encuentra viviendo fuera de España, se tendrá que introducir el NIF del país de residencia del arrendador.

Así, la Agencia Tributaria destaca la importancia de la verificación de todos los datos antes de realizar la declaración, ya que sanciones por los errores pueden sumar cantidades mucho más elevadas.