Esta es la cantidad de dinero que tendrás que pagar por registrar un testamento en el notario
Registrar un testamento en España es un trámite sencillo y asequible, con precios que varían según el tipo de testamento y la notaría elegida.
Hacer un testamento es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para asegurar que sus bienes sean distribuidos según sus deseos tras su fallecimiento. En España, este trámite es relativamente sencillo y económico, pero es fundamental conocer los detalles para tomar la mejor decisión.
El proceso de hacer un testamento no solo brinda tranquilidad al testador, sino que también facilita enormemente los trámites para los herederos. Al dejar claras las últimas voluntades, se evitan posibles conflictos familiares y se asegura que los bienes se repartan de acuerdo con los deseos del fallecido. Además, contar con un testamento puede acelerar significativamente el proceso de herencia, evitando largos y costosos procedimientos legales.
¿Cuánto cuesta hacer un testamento en España?
El coste de hacer un testamento en España puede variar dependiendo de varios factores, como el tipo de testamento y la notaría donde se realice. Según el Consejo General del Notariado, el precio medio de un testamento notarial en España oscila entre los 38 y los 50 euros. Sin embargo, este precio puede aumentar si el testamento es más extenso o complejo.
Tipos de testamento
Existen varios tipos de testamento en España, cada uno con sus propias características y requisitos:
Testamento ológrafo: Este es el tipo de testamento más sencillo y económico, ya que es escrito a mano por el propio testador. Debe estar firmado y fechado por el testador, pero no requiere la intervención de un notario en el momento de su redacción. Sin embargo, tras el fallecimiento del testador, este tipo de testamento debe ser validado judicialmente, lo que puede implicar trámites adicionales y costes para los herederos.
Testamento abierto notarial: Este es el tipo de testamento más común y recomendado. Se realiza ante un notario, quien asesora al testador y da fe de su identidad y capacidad. El notario conserva el testamento y lo inscribe en el Registro de Últimas Voluntades del Ministerio de Justicia, lo que facilita los trámites para los herederos tras el fallecimiento del testador.
Testamento cerrado: En este caso, el testador redacta su testamento y lo entrega al notario en un sobre cerrado. El contenido del testamento no se revela hasta el fallecimiento del testador. Este tipo de testamento también requiere la intervención de un notario y su inscripción en el Registro de Últimas Voluntades.
Testamentos especiales: Existen otros tipos de testamentos que se utilizan en circunstancias excepcionales, como el testamento militar, el marítimo o el realizado en un país extranjero. Estos testamentos tienen requisitos específicos y su validez puede estar sujeta a condiciones particulares.
¿Qué pasa si no hacemos testamento?
No hacer testamento puede generar complicaciones y costes adicionales para los herederos. En ausencia de un testamento, los bienes del fallecido se distribuyen según lo establecido por la ley. Además, los herederos deben realizar una “declaración de herederos” ante notario, cuyo coste puede ascender a varios cientos de euros.
La declaración de herederos es un trámite necesario para identificar a los herederos legales del fallecido y puede implicar la presentación de diversos documentos, como el certificado de defunción y el certificado de últimas voluntades.