Eroski salva un punto de partido al límite
La compañía pedirá ayuda a sus inversores.
Eroski pasará de ser propietario a alquilado. Los inmuebles y espacios que ocupa la compañía de supermercados tendrá que venderlos, una medida que le permitirá una mayor liquidez en su caja. Actualmente, su flujo de caja que genera su actividad no es suficiente para afrontar la refinanciación de su deuda.
Eroski debe 874 millones de euros, de los que debe hacer un primer pago el próximo julio de 503 millones. La marca de supermercados lo ha señalado en las primeras reuniones con los inversores que han comenzado en esta semana. El otro as bajo la manga de Eroski es el intento de que estos le compren bonos de deuda por valor de 500 millones de euros.
Esta compañía goza de salud financiera en cuanto al ebitda (beneficios antes de impuestos y pagos financieros) en 2022 por encima de los 200 millones, además de disparar su beneficio un 50% en el primer semestre de este año con 70 millones. Lamentablemente, estas marchas aceleradas en su crecimiento no se ajustan a los compromisos con sus acreedores, por lo que optará por vender parte de sus activos, según El Correo.
La cooperativa, dirigida por Rosa Carabel, tiene la intención de vender la totalidad de sus activos, según ha publicado 'Cinco Días', con el fin de obtener 260 millones de euros lo más rápido posible.
Los primeros pasos los dieron este verano cuando vendieron diez de sus supermercados del País Vasco y Navarra por 18 millones. No es la primera vez que el supermercado utiliza la técnica de 'sale and lease back'. La compañía, en 2021, tuvo que afrontar una de las devoluciones más voluminosas, 400 millones. Entonces obtuvo un total de 85 millones por la venta de 27 inmuebles.
La deuda de Eroski se ha reducido estos diez años en 2.000 millones. Es ahora, cuando la cadena de supermercados vuelve a pasar por un nuevo momento complicado. Eroski tendrá que hacer frente a una deuda de 500 millones en julio e ir preparando el camino para el siguiente pago en 2027 de otros 200 millones.
La compañía sacará hasta finales de año mediante las entidades de Deustche Bank y BNP Paribas hasta 500 millones de euros de deuda a inversores institucionales y de la que no podrán formar parte inversores particulares.
La única meta que visualizan ahora es la de que su deuda estructural no supere los 400 millones de euros, dos veces el beneficio operativo de la empresa. Para ellos, otra de las medidas será intentar refinanciar con Laboral Kutxa, Kutxabank y el ICO otra parte del crédito y posiblemente vender una parte de los nuevos negocios que tiene la compañía de deportes, las tiendas Forum, y de las gasolineras.