A Eroski no le salen las cuentas
El grupo cerró las cuentas de 2022 con un resultado neto positivo de 64 millones de euros, lo que supone un descenso del 38,9% respecto a 2021.
El grupo Eroski cerró las cuentas de 2022 con un resultado neto positivo de 64 millones de euros, lo que supone un descenso del 38,9% respecto a 2021. Tras las pérdidas de 2020, Eroski consiguió volver a beneficios, pero trimestre tras trimestre ve reducido el beneficio.
El resultado, entre otras razones, se debe al aumento de costes, mientras sus ventas brutas se incrementaron un 7% hasta los 5.476 millones. Por su parte, la cooperativa matriz, Eroski S.Coop, obtuvo un resultado de 32 millones de euros, un 45,3% menos.
En un comunicado, el grupo ha subrayado que ha sido un ejercicio "muy afectado" por el "fuerte" incremento de los costes de los productos vendidos (del 15% de media), "parcialmente" asumido por el grupo contra su margen bruto, que se redujo en un punto porcentual, para "contener los precios de venta".
Según ha apuntado, es una "cifra significativa" en un sector con unos márgenes "ya muy ajustados". Por lo tanto, el resultado del ejercicio se redujo hasta el 1,32% de las ventas realizadas. Los 64 millones de beneficio neto obtenido suponen un descenso del 38,9% respecto a los 104,6 millones del ejercicio precedente.
Los problemas continúan
Por su parte, el Ebitda superó los 280 millones de euros a cierre del ejercicio, fruto de las medidas de "mejora de productividad y eficiencia implantadas en diversos procesos de la cadena de valor". Su resultado ordinario se situó en 128 millones de euros y supone un descenso del 50% respecto al mismo periodo del 2021.
El grupo ha destacado que esa variación está motivada principalmente por el resultado financiero, cuya evolución interanual "es reflejo de la circunstancia extraordinaria del pasado ejercicio, derivada del cumplimiento de los acuerdos de refinanciación", ha precisado.
Por su parte, la matriz cooperativa Eroski S.Coop presentó un resultado positivo de 32,07 millones de euros, frente a los 58,7 millones de 2021 (-45,3%), "igualmente afectado "por el impacto del incremento de costes y su asunción parcial a través de la reducción de márgenes para minimizar el efecto de la inflación en el bolsillo de las familias".
Los problemas en Eroski, según ha resaltado el medio hispanidad.com, continúan. Todo comenzó con la compra de Caprabo en junio de 2007, justo antes del estallido de la crisis, por 1.300 millones de euros, según ha reseñado el mismo medio. Y han agregado que desde entonces, Eroski ha estado atenazada por una deuda que ha conseguido reducir en 44 millones de euros en 2022, hasta situarla en 909 millones de euros.
A esta situación, además, hay que sumarle la generada en el Grupo Mondragón, dueña de Eroski y la mayor cooperativa de Europa, que sufrió hace unos meses la pérdida de dos de sus compañías punteras, Orona y Ulma, y que enfrenta un posible proceso de jibarización, según han publicado.