El truco del supermercado con el 'dayketing' llega al turrón de Navidad
Los comercios se lanzan a vender productos típicos navideños en otras fechas del año para conectar con los consumidores.
Las ofertas navideñas se adelantan un poco cada año. La campaña de Navidad históricamente comenzaba en diciembre, un mes en el que los comercios decoraban sus tiendas y ponían a la venta productos específicos de la temporada. Actualmente, no es de extrañar que en pleno mes de octubre, ya comiencen los supermercados a fomentar la compra de estos productos.
Este año, la costumbre de arrancar la venta de productos navideños con la llegada del otoño ha sido especialmente curioso debido a las altas temperaturas que se han prolongado hasta mediados del mes de octubre, según el periódico elEconomista.
Una situación algo surrealista al ver como convivían los turrones y polvorones en las tiendas, mientras que fuera de los establecimientos hacía calor y la gente todavía no llevaba ni abrigo.
¿Cuáles son las ventajas de anticipar la venta de productos navideños?
Los supermercados creen que ofertar estos productos puede promover el consumo, fidelizar al cliente y conectar con el consumidor. Las tiendas utilizan campañas de marketing que crean el ambiente perfecto para que sienta la necesidad de llevar turrón a la despensa dos meses antes de nochebuena.
La estrategia de los comercios se conoce como dayketing. Aprovechan distintos días, o fechas señaladas, para promocionar los productos, se supone que esta actuación generar más ventas y hace a las tiendas captar a los usuarios.
Las estrategias de los supermercados son marketing, pues intentan conectar con las emociones del consumidor, ha explicado a EFE, Luis Cerdá, de la Universidad Internacional de La Rioja.
La misma decoración que pueden usar en las fechas destacadas los supermercados, y sobre todo los grandes establecimientos, las reutilizan para crear de forma artificial el ambiente, a través de los olores, las luces, y así incentivar el consumo de unos productos, que no son de temporada. El fin último es crear el hábito de compra.
Los establecimientos tratan de cambiar los hábitos, preferencias y conductas de compra, para inclinar al consumidor a comprar esos productos que solo consumen en determinados momentos como, por ejemplo, el turrón en Navidad o el helado cuando hace calor.
Lo más extraordinario es que las tiendas se han alejado de la costumbre de tener una serie de productos solo en determinadas temporadas, y ahora se pueden comprar en cualquier época del año.
Actualmente, en octubre, se puede encontrar el turrón con los dulces y disfraces de Halloween, y mientras en los frigoríficos de al lado permanecen los helados.
Este movimiento de las tiendas también beneficia a los productores, según señala el experto, ya que pueden ajustar mucho más sus procesos de producción y aprovisionamiento, un importante beneficio para la propia cadena de valor.