El trabajo asíncrono desbanca al teletrabajo
Una solución para disparar la productividad del empleado, que mejora la concentración y la conciliación laboral.
A pesar de que empresas como Amazon hayan apostado por el retorno de sus trabajadores a sus oficinas y de que algunos hayan puesto fecha a la desaparición del teletrabajo, los pronósticos de Forbes apuntan en otra dirección: más del 24% de la población activa, lo que equivale a 1.870 millones de personas, optará por trabajar en remoto en 2024. Una cifra que se dispara en 2028, cuando se prevé que el 73% de los departamentos de una empresa cuenten con algún empleado que trabaja a distancia.
Pese a las dudas sobre la productividad del trabajador que se plantearon con su irrupción, el teletrabajo ha demostrado ser altamente productivo. La clave de esa eficiencia parece residir, según el portal Trendencias, en lo que se conoce como "trabajo asíncrono" o "no lineal", un enfoque que está cambiando la forma en la que los empleados que trabajan a distancia afrontan sus tareas y que, tal como explican, implica trabajar en equipo, pero olvidándose del horario convencional y lineal heredado de la revolución industrial. El trabajo asíncrono, por tanto, permite a los empleados organizar su horario, de forma que puedan maximizar su productividad y mejorar la conciliación laboral.
Entre las ventajas del trabajo asíncrono, está la de aprovechar el pico de energía de los trabajadores que empiezan a trabajar temprano, para tomarse una pausa durante las horas menos productivas y retomar la jornada una vez recuperen la concentración. Esta flexibilidad les permite rendir de manera constante.
Además, la ausencia de ruido de la oficina, contribuye significativamente a mejorar la concentración y, por ende, la productividad. La comunicación se vuelve más concisa y efectiva en un entorno asíncrono, minimizando distracciones como los mensajes de chat. Evitar las reuniones presenciales se convierte también en otra ventaja.
No obstante, el éxito del trabajo asíncrono depende en gran medida de la responsabilidad del individuo para cumplir con su jornada laboral.